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22/3/18

Dos noches atrás



Victor Pascow vino a visitarme en un sueño. Dejó un mancha de barro sobre la cama y escondió sus vísceras bajo la almohada

25/3/17

Niño pobre


Dedicado a Domingo, esté donde esté.

Es tu canción.
No hay forma más cursi de evocarte que siguiendo su entonación
con el sonido motorizado de tu ronroneo en estéreo.
Hoy me puse mal mientras arrancaba brotes espinosos de tu arbusto favorito.
Necesitaba verte ahí trepándote con toda tu euforia,
esa velocidad potencial con la que te llevabas puesto todo.
Quería verte ahí, cómo te enredabas al follaje de las ramas
como el T-Rex de la primera Jurassic Park emergiendo por primera vez en la pantalla.

Porque puede sonar frívolo de mi parte -lo sé-, pero siempre me pregunto:
¿a dónde van los gatos desaparecidos como Winston y vos?
Sé que no a los vuelos de la muerte, pero sí víctimas posibles
del veneno de la maldad de los vecinos,
de manos apropiadoras,
o sucumbieron, quizás,
a bocas desgraciadas de perros o aves mutantes rencorosas.

Extraño tus mordidas a mi frente y a mis piernas, tu cuerpo desplomándose contra mis pies,
tus lamentos extendidos como suspiros que indicaban tu vejez prematura,
extraño que seas mi despertador en el medio de la madrugada y me dejes a la intemperie.
Extraño tu hambre invasiva al momento de cocinar y comer, robando como niño pobre que sos.

Lee también te extraña.
Te llora en la entrada del jardín,
te espera por las noches y duerme en tus rincones.
Extraña recrear escenas homosexuales con vos, esas de amor con persecuciones, lamidas y mordidas.

Te extraño y te amo mucho,
sos un forro por irte un viernes sin despedirte, por presentarte un domingo a la noche.
Porque vos llorabas esa noche y esta noche, soy yo quien no sabe llorarte,
no sé qué hacer con esta angustia de que ya no vivamos más juntos.

29/11/16

Bichos


Me gusta escuchar cómo cruje el tejido de la ventana cuando los insectos se golpean contra él, atraídos por la luz de mi cuarto. No hay viento, así que detecto con mayor nitidez el vuelo corto y el golpe en seco. Respiro, exhalo, inhalo; repito manualmente la operación y me pierdo en los sonidos del tejido nuevamente.

-Sabemos ahora, que en los primeros años del siglo XX, nuestro planeta estaba siendo observado muy atentamente por inteligencias superiores a las del hombre, aunque también tan mortales como las nuestras. 

Hace algunas semanas tuve una entrevista. Me sentí incómoda. No logré despegarme de la silla y hablé entrecortado. El chico de recursos humanos pasaba sus ojos sobre mis manos, continuaba en mi curriculum y terminaba sobre la taza de café en su mano. El cubículo se fue cerrando sobre nosotros hasta que sentí la asfixia de cada pregunta. Mis respuestas dubitativas se esfumaban por el conducto de aire. Sentí placer cuando indicó el cierre ceremonial al tomar de su carpeta un nuevo curriculum. Recién en ese instante pude inclinarme y adoptar una posición suelta. Desde esa mañana no recibí nuevos llamados, prácticamente dejé de insistir en la búsqueda. Me tomé un recreo. 

La radio sigue. No la escucho, opto por la percusión del tejido poblándose de polillas, mosquitos, chinches, cascarudos: todas las especies. Me destapo y bebo un sorbo de agua. Me despeino el flequillo, recorro con vehemencia mi cabello y lo refriego contra mi cara, me sumerjo en él y lo huelo. 

-Era la noche del 30 de octubre. La agencia de noticias Crossley estimó que unos treinta y dos millones de personas, en todo el país, tenían, en ese instante, conectada la radio. 

Los golpes se pronuncian más. La luz pareciera irradiar algún tipo de sustancia seductora. Los bichos se están chocando como imbéciles contra el vidrio, ya traspasaron el tejido y lograron hacerle varias aberturas. El sonido se torna más grave y profundo. El repiqueteo perdió su naturaleza armónica. Me distraigo, pierdo de a poco la concentración y vuelven a inquietarme los pensamientos. Intento perderme en algún recuerdo placentero, alguna imagen que retenga. Viajo atrás, muy atrás y ya me llené de actividades. Tengo una lista mental de pendientes. Cierro los ojos.

-Me encuentro, en este instante, en una gran sala semicircular totalmente oscura, y que llama la atención por su larga ranura en la bóveda del techo. A través de esta abertura puedo contemplar el cielo lleno de estrellas, cuyas luces se reflejan sobre el complejo mecanismo del enorme telescopio instalado aquí. 

Pierdo la voluntad y la necesidad. Días atrás había perdido el apetito. Por inercia o como acto reflejo, cierro mis piernas. Están fruncidas, el short ajustándose a mis glúteos y humectándose con el sudor. Froto mi cola, que se expande contra los pliegues de la sábana; me dejo envolver por la sensación de la textura del acolchado rozando mis pies. Los bichos rajaron el vidrio de la ventana. La vanguardia emerge como una patrulla de control y se tumba contra la lámpara, da vueltas alrededor de ella. La idolatría y sus devotos va in crescendo, amontonándose en un crisol de colores que resplandecen ante mis ojos semicerrados. Mis manos se cierran contra mis pechos. Exploran mi remera vieja, holgada y llena de roturas. Una caricia con fuerza prueba el estado rígido de mis pezones y mis dedos caen en picada por mi short, cada vez más pequeño e insignificante metido entre mis nalgas. 

Los bichos invaden el cuarto y el ruido se vuelve imposible. Intento hacer algo, pienso un movimiento y cedo a hundirme en la dilatación de mis labios. Expandidos. Estoy lista, dispuesta a ser el alimento de una turba frenética de conducta patriarcal maligna, exacerbada y con erotismo básico. Empiezo a abrir mis piernas y las elevo. Apunto hacia la lámpara y oscilo mis pies como si fueran una carnada. 

Los bichos giran por la luz, pero algunos comienzan a impregnarse en mi piel, merodeando. Se posan unos segundos y retoman vuelo, después vuelven y me inspeccionan como un nuevo objeto. Siento sus patas pequeñas adhiriéndose a mí, metiéndose a través de mis poros. Elevo más mis piernas y las separo. El enjambre se pega a la crema que había aplicado sobre mi cuerpo. Una grieta que se prolonga desde mis piernas y se profundiza hasta mi cintura, colmándose de más criaturas. 

El ruido enfermizo se vuelve un sedante que relaja mis músculos. Siento mi cuerpo flojo; la tensión se libera y es absorbida por la luz que se vuelve más fuerte, menos infectada de insectos. Mi piel se contamina de pisadas y patas viscosas múltiples, indescifrables. Podría responder con soltura cada pregunta de una entrevista en este momento, podría ser una candidata encantadora, inmaculada. Corro el pliegue del short que cubre mi sexo. La cadencia del enjambre se volvió atractivo. Me invade y con mis manos dejo que se expanda y se consuma junto a mi flujo.     

14/9/15

Mitre


Las gomas de auto que explotan como pochoclo, estranguladas sobre las caderas de los palos borrachos. Robustos, punzantes. Consumen los cordones y el pavimento. Beben del calor del pasto sobre una avenida. Una avenida derretida, bacheada.

Manoseada por peatones y automovilistas. Bañada por ilusiones ópticas, sangre y el hedor de la noche.

4/5/15

Vote DES-LIMITES (Fragmentos de un discurso panfletario)



Por Daniel Link


Jorge Luis Borges, que siempre sospechó de las ideas sencillas, hubiera amado, sin embargo, ésta. DesLímites, como un aleph borgeano, es el nombre de una utopía en la que todo cabe: la pampa, el Río de la Plata, los inmigrantes italianos que cambiaron la forma de hablar en Buenos Aires, los inmigrantes peruanos y bolivianos que piensan que en este país arruinado por la historia pueden, a pesar de todo, empezar una nueva vida, los proyectos de los grandes inversionistas, los sueños de las personas que sólo gustan de caminar de noche por la ciudad, el arte, el deporte, la política, la ciudad de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires, en fin, la vida entera. Porque DesLímites no es solo un proyecto para limpiar el Riachuelo. Tampoco es un proyecto urbanístico de esos que los estudiantes e investigadores de las facultades de Arquitectura perpetran para calmar las malas conciencias de los administradores del espacio público. DesLímites es un estilo de vida, una utopía política, el nombre (¿puede haber una idea más hermosa que des-limitar?) de la felicidad futura.

Y es tan sencilla la idea de DesLímites que no se entiende cómo alguien no la entiende y no entiende su necesidad. Hay en el centro del gigantesco conglomerado urbano en el que se ha convertido Buenos Aires (que va desde La Plata hasta Tigre, en la costa, y hasta Pilar y General Rodríguez, hacia el oeste)unas 10.000 hectáreas abandonadas y listas para ser utilizadas en la transformación (política, cultural, estética) que la Argentina necesita si no quiere desaparecer del concierto de naciones favorecidas por la mano de Dios. La cuenca del Riachuelo-Matanzas (que DesLímites elegantemente denomina El Valle del Riachuelo-Matanzas) ocupa el centro de ese conglomerado, atravesado por uno de los ríos más degradados del mundo, el Riachuelo. Como resto de escritura (como trazo de tinta sobre un mapa), DesLímites propone recuperar ese valle y transformarlo en lo que realmente es, el centro de Buenos Aires, un eje simbólico de articulación de la vida económica y cultural. El Valle del Riachuelo-Matanzas liga el campo y el agua, los puertos de ultramar y el aeropuerto internacional, los barrios y el centro, la provincia y la ciudad, los negocios y la vida cotidiana, las reservas ecológicas urbanas, los bosques y las fábricas, el pasado con el futuro, lo útil y lo bello (no hay que perder de vista que DesLímites reinvindica sobre todo una idea de belleza: por eso incluye en su programa todo el arte actual), el amor y el deseo.

Nadie podría discutir la necesidad de un transporte público eficiente (digamos: un tren) que una el centro comercial de Buenos Aires con su aeropuerto internacional. Nadie podría objetar la necesidad de apartar de uno de los mayores conglomerados urbanos del mundo las industrias petroquímicas que ponen en peligro la vida de sus habitantes. Ninguna persona en su sano juicio podría ignorar los beneficios que implicaría la recuperación del Riachuelo como vía de transporte y como espacio de recreo. Precisamente, DesLímites es un proyecto juicioso (siendo, como es, por otra parte, un proyecto desquiciado) y por eso es un proyecto irrefutable, en su totalidad y en cada una de sus partes.

Si alguien no lo ve así es por necedad política, rencor histórico o ceguera ante la escala del proyecto. Porque si DesLímites es un proyecto desquiciado es por su escala, de tal envergadura que pueden llegar a no verse sus alcances y sus consecuencias, y porque no hay manera desectorizar (a diferencia del resto de transformaciones urbanas que hemos sufrido en los últimos años). DesLímites es un proyecto total: por eso es un estilo de vida y, hay que agregar, un estilo de vida mejor: el mejor estilo de vida.

El valle del Riachuelo-Matanzas imaginado por DesLímites beneficiará a la provincia de Buenos Aires, a la ciudad de Buenos Aires, a los criollos viejos y a los nuevos inmigrantes, a los ricos y a los pobres, a los amantes del deporte y a los aficionados al arte, a los empresarios, a los políticos y a los trabajadores, a los niños y a los que gustan de las flaneries urbanas. Si alguien no lo ve así es por necedad política, rencor histórico o incapacidad de amar. De todos modos, estamos dispuestos a escucharlos: que alguien formule una intervención pública mejor que DesLímites y será considerada. Mientras tanto, DesLímites es el nombre del futuro.

Por eso a Borges (y también a Sarmiento, y también a Rodolfo Walsh, por diferentes razones) les hubiera encantado trabajar para DesLímites: se trata de fundar un mundo, con la certeza de que ese mundo será diferente (Borges), mejor (Walsh) y definitivo (Sarmiento).

Fundación PROA, 1999

10/3/14

My way killings at karaoke



Sí, hola. ¿Qué tal?
Paso a contarles.

Es así, en dos pasos, dos cosas.

Resumo la primera que resulta ser la más obvia.
Llevo muchos años deseando realizar un disco karaoke pero como no toda consigna lleva a la obviedad que sugiere, los años pasaron hasta que con Mar decidimos emprender este proyecto unidos por la necesidad de seleccionar una lista de canciones (bajo un arduo criterio) y cantarlas con el mejor sistema de karaoke para pc. 


Así fue que reunidos durante frías, tibias y cálidas noches en el cuartito de Bedoya, cantamos a dúo a merced de la prueba y el error como sello; la espontaneidad como aval y crédito. Así concebimos una lista de temas que creemos inspiradores, o en su defecto, cantables. 

La otra cosa, la segunda, es lo que descubrimos a partir de este emprendimiento, en el cual fuimos indagando acerca del fanatismo que despierta el karaoke como fenómeno en Asia. 

Al parecer, en Filipinas además de utilizarse los KTV -sitios de karaoke- como fachada para practicar la prostitución, también hay episodios de violencia inusual, cual barrabrava futbolístico, durante la performance de ciertas canciones, siendo "My way" de Frank Sinatra, el tema por excelencia con mayor cantidad de víctimas. 

Terrible, ¿no?


Por eso y el punto anterior, decidimos hacer este disco. Buscamos hacer un aporte a la cultura del karaoke y rendirle nuestra devoción y quizás atraer mecenas -o diezmos ahora que el catolicismo está en voga (de) para muchos- que cubran los gastos y daños de los familiares de las víctimas de la actividad karaoke en Filipinas. 

Retomando consignas, dejemos en claro qué pasó.

Hay un disco y se llama "My way killings at karaoke" que pueden escuchar desde el click a su título previamente escrito o acá abajo, donde les resulte más cómodo. También hay un fenómeno y como no se puede dejar pasar por alto, tras una larga e intensa búsqueda a través de contactos en Filipinas y por medio de diversas organizaciones internacionales, pudimos dar con el cantante / agitador cultural / activista / caudillo fuera de sus Pampas y virtuoso de esa tierra. 


Su nombre es Boyet Vasquez y acá su video para que lo conozcan mejor. Aquellos que tengan Facebook y/o Twitter, pueden darse el placer de seguirlo a través de las redes sociales. 

Eso es todo, gurises. 


30/11/13

El caballo y su jinete


No es mediodía aún pero el calor puede empezar a sentirse en los valles profundos.
Desde la ventana del puesto de vigía se distingue en el horizonte un jinete.

Avanza cabeza en mano,
perfilándose contra un inmenso acantilado.
Respira, de pronto.
Respira su entorno, la profundidad del paisaje,
llenando sus pulmones de viejos proverbios,
el sermón magnético irradiado por las aldeas bajas
que se confunden todas en un solo gran punto 
sin divisiones, fronteras, ni carteles.

El canto de las cigarras lejano impregna al jinete de tedio,
un cansancio que huele a irritación.
Se mantiene inmóvil unos segundos,
luego se entrega a la marcha nuevamente.

Su caballo de tiro reclama el suelo con sus cascos
firmando la tierra como propiedad en cada uno de sus trancos
mientras revolotea polvo rojo arbitrariamente, 
rabioso como mestizo, 
sangre warmblood que lo crispa.

En su aire de galope arrasa escarabajos rinocerontes como hojas secas.

Se siente fuerte, poderoso, lleno de ambiciones.
Más importante que su jinete; se siente dueño y patrón de la situación.
Sueña con llevar una armadura ligera sobre él
cual caballo medieval situado en un campo de batalla
sorteando espadas, levantando victorias como levanta moscas con su cola. 

Sus crines están infestadas de tierra como toda su cabeza.
Apenas se notan sus ojos,
brillan de fuego, luces que infunden temor, 
amenazan el camino como faroles gigantes
antorchas inagotables. 

Se detiene. 
El jinete repara en un paseo de compras.
Mira los autos de colección de una tienda,
mientras ata automáticamente el caballo a un poste de luz.

27/11/13

Satélites espías


El paranoico copado con las señales enviadas por el Zenit.
Después se mete en GoogleMap a ver su propia terraza.

Desde su ventana, autopistas cruzándose a la altura de su comedor.
Miles de autos, camiones y colectivos que pasan
se pierden en una llovizna infinita.

El paranoico copado con las señales enviadas por el Zenit, teme.
Piensa cautelosamente cuando tiene que aprobar una foto donde fue etiquetado en Facebook.

27/5/13

Salvajismos



Curiosamente, vivimos ese momento como un desparramo brutal de cariño. 
Durante algunos instantes cobró dimensiones en las cuales la pasión -o la inconmensurable sensación de placer mutuo- dejó de ser una guía confiable y el deseo optó por dejar marcas, rutas en su piel con formas definidas de tal forma que podría reconstruirse la situación con detalles.

Como un curador practicante ejerciendo su rito de sanación, cubrí esas zonas con merthiolate rociándolo de a poco, viendo cómo caía sobre su cuerpo y se hacían charcos mientras escurría algodón para absorber el excedente.

Deslicé mi boca con leves rastros de alcohol hasta cubrir todas las señales dejadas por mis uñas largas y desprolijas para mantener su cuerpo libre de riesgos, infecciones, insectos y demonios.
Cualquier amenaza. 

Intenté retomar luego del rito las caricias nuevamente. La suavidad de las manos y su ligereza.
Y cuidarla, como promesa inconfundible del decálogo mental de un pupilo obediente, leal a sus creencias frescas, recién bienvenidas.  

21/5/13

Porno virus




El terror es una puesta bellísima llena de bacterias y microorganismos funcionales a un mercado, a una población hambrienta de sujetos. También es una respuesta a una demanda más exquisita, detallada, precisa. La insatisfacción frente a una fuente desbordada de recursos de placer y estímulos inmediatos. La creación de nuevas formas de parafilia para complacer al cliente.  

Un consumo pornográfico que intenta penetrar en las cavidades más oscuras de las celebridades, sintiendo en el propio organismo del usuario aquellas imperfecciones que les afectan, sea un herpes o un virus manipulado por laboratorios. 

Una aproximación a una corporación que puede tener el mismo formato -e incluso las mismas consideraciones en relaciones estéticas- que una perfumería en su aspecto más farmacéutico. Limpieza, blanco resaltado, eficiencia; optimizados todos los detalles, esterilizado todo soporte externo para llevar al usuario a un surtido catálogo de enfermedades de celebridades con la transformación específica que puedan provocar en el corto o largo plazo. El discurso insistente sobre la belleza de un empleado que se vuelve como una plegaria orgánica, una poesía existencial, un manifiesto de vida. 

Syd March es un mercenario. Un empleado con cierto conocimiento técnico, acomodado a un sistema de trabajo regular -e irregular- que funciona para ambos del mismo modo, como un empleado convencional y de bajo perfil. También en su propia sed laboral está la del consumidor enfermo, ser su propio cliente ante el encantamiento del fetiche. No puede ni se permite tomar distancia de sus sueños, sus anhelos de inyectarse en celebridades; el producto es su propia empresa -sea Lucas Clinic o su competencia- y su propia tendencia estimulante para vivir cada jornada con experiencias más vívidas. 

Hannah Geist podría ser una semidiosa que forma parte -y gesta- todo este escenario. Una cara de rasgos delicados y fríos que podría ser una actriz del Hollywood de los años 50. Una piel suave, traslúcida. Eje del deseo y la cúspide del mismo. Una portada en la marquesina y la imagen corporativa del encanto de la enfermedad. 

Las imágenes televisivas de paparazzis en visión infrarroja llevando las posibilidades técnicas y fisiológicas un paso más adelante. Las células y trozos de carne, la antropofagia al poder devorar en un plato el cuerpo parte de una celebridad simulada y sentirla en tu organismo, infectándote lentamente. Un sistema de relaciones bastante enfermizo que plantea Brandon Cronenberg, hijo del gran David, que coincide conceptualmente con las primeras y segundas etapas fílmicas del padre.  

Antiviral es pornografía en estado microscópico, una píldora; su formato minimalista tiene efectos excesivos, obscenos; un plato de comida orgánica realizado con tu famoso de cabecera y su enfermedad más reciente, aquella hecha pública por todos los medios. 

Nadie está ajeno a esta obsesión, ni siquiera el mismo empleado de Lucas Clinic quien es fagocitado por su mismo circuito de acción. Incluso en esa red de comerciantes cayendo por todas partes, asumirá -con voluntad y lucidez en algunas ocasiones- los riesgos implícitos hasta exprimir toda su sangre enferma y satisfacer a un sinfín de corredores oscuros que buscan lo más reciente, lo más novedoso. 

Incluso la presunta difunta Hannah, cara absoluta de todos los productos. 

El empleado, en este caso Syd, en su versión más abstracta, luchando contra sus propias afecciones hasta innovar técnicamente, sublimar ideas en la unión de mercados regulares e irregulares. Sostiene su vida y su deseo desde su enfermedad, su fetiche, reproduciendo su versión más vital: una célula viva, una unidad de billones de ellas para perpetuar el producto con características más completas y lejos de lo virtual como es la vida humana célebre ajena, y el poder romántico del usuario haciendo lo que le plazca con ella. 

22/4/13

Pececito


Porque amamos el reino acuático y todas sus subcategorías. 




Por Jacques Cousteau y Steve Zissou.  
Por Nemo y las viejas del agua.
Por la chanchita enorme de mi abuelo Norberto.
Por las carpas y variedades de peces que intenté cuidar y murieron en el intento. 
Por la eternidad de las aguas vivas. 
Sólo por eso.

11/4/13

Saguenay



El combate duró aproximadamente una semana,
quizás dos sin tomar consecuencias severas sobre ello.

Entre la furia propia y el anhelo de sangre de los enemigos -mucho más numerosos-,
destinaba para mi interior todo el café posible contaminado de cigarro
para vislumbrar la mejor estrategia posible.
Que los aliados nunca se quebraran.

Dominar un lago con una flota imponente
o destrozar los puertos con artillería pesada pero efectiva.
Caballerías y soldados a pie embestiendo la furia de los imperios
de colonias mal construidas y con el sólo propósito de mantenerme en pie
con mis aliados suplicando claudicar el combate.

Una buena ciudad amurallada.
Un ejército en sus afueras provisto de variedad y cantidad hombres
resguardando zonas críticas.
Una buena economía de colonos productores
y una fábrica productora de madera.

El efecto devastador es instantáneo.
Los cigarrillos se consumen más pronto que el café tibio.
Mi conquistador ruso proclamado victorioso entre caídas y levantamientos
con los mejores puestos comerciales, las mejores aldeas indígenas.

Salir a la calle es difícil cuando todo tu imperio no puede terminar una batalla
y esa batalla se llama Saguenay.

Vos sos tan cobarde como tu conquistador,
impedido para salir a esas tierras que llevan siglos de sangre y muerte.

Ellas necesitan de un caballero pacificador
pleno de energía, vital
y con la mente clara y precisa.
El corazón dispuesto a amar y cuidar.

Saguenay, una pausa al planteo sobre la vida
entre los ruidos de destacamentos
y civilizaciones desmoronándose trágicamente.

Hacia el mundo paralelo, el más real de los visibles,
el campo de batalla más infranqueable a atravesar.

22/1/13

Cumpleaños



Es cierto. Los años no vienen solos. 

Te los trae un individuo bastante desagradable:
ojos de Critter, 
dientes desubicados -en caso de que los encuentres-,
carne podrida, rasgada como si fuera cartón,
una boca grande llena de agravios de toda índole,
su cuerpo totalmente cubierto por una sustancia viscosa, todo indica que tóxica.
Lleva una bolsa gigante vacía para robarte todos los regalos. 

27/8/12

La opulencia y el fraude de los labios

La versión de "The first time ever I saw your face" fue popularizada por Roberta Flack en 1972.  


La versión hecha por The flaming lips con Erykah Badu (video que nunca fue aprobado por ella por lo que tuvo que ser descartado).



La versión hecha por The flaming lips con Amanda Palmer.



4/8/12

La nave exploradora y las aventuras espaciales del Capitán


Dedicado a la dulzura necrofílica del Capitán del espacio, Angelito y su magia titánica. 


Hoy quisiera viajar.

Viajar de veras y verdades como nunca hice,
como pocas veces sentí la necesidad.
Salir de casa, o de pronto ir al patio
y tener un cohete espacial esperándome en mi jardín.
Que esté cubierto de rocío, lleno de ramitas maltrechas y frutos secos.
Viajar como aquellos niños exploradores en los 80s
descubriendo magia en la ciencia
a través de revistas de catálogo
o cosas concretas:
maquetas sci-fi en Thunderbirds,
imágenes de Conozca más,
la voz de Jack Paladance doblada al español,
una colección de mi padre de cartas ancestral de historias marcianas ,
secuencias extraordinarias del Cosmos de Carl Sagan,
autopsias a extraterrestres en video VHS.

Con todo ese instrumental
proveerme de la mejor nave y partir solito.
Aventurarme como nunca contra todos mis miedos
contra todas las gravedades
contra todas las seriedades.
Tocar el culo más oscuro del espacio
hasta la profundidad y abrirlo totalmente:

Sentirme
al fin,
parido.
Eyectado hacia el medio de la nada.

Y que ese sea el espacio, cubierto de luces de neón,
escenografías baratas de sitios increíbles,
planetas deformes y de colores estridentes
de los que nunca recuerdo sus nombres exactos.
Ver entre el paisaje astronautas perdidos,
satélites obsoletos de la URSS o Estados Unidos,
robots trepados a chimpancés y perros
o viceversa,
con música de Vangelis en cassette obrando como cortina musical.

Entre todos esos incidentes
de cosmonautas y ficciones increíbles
sentir cómo eyaculan esos planetas imaginarios,
esas galaxias lejanas,
un chorro impresionante de dulce de leche
desparramado entre capas abundantes de chocolate
y cómo todo eso lentamente cubre por completo el cosmos,
como si se tratase de The Blob
devorando a Carl Sagan, Jack Paladance,
Ripley.
Todos y cada uno de ellos,
envueltos por una cantidad desproporcionada
asfixiante
superflua
de dulce de leche y chocolate
derritiéndose al instante con toda la maravilla del sci-fi artesanal
como el de las maquetas de aquellos triunfantes capitanes de Thunderbirds.

Mis sentidos colapsados con el recuerdo de Quilmes
y mi primera ingesta del Capitán del espacio
como un debut epicurista,
acto iniciático de un brebaje druida
empalagoso,
gula salvaje de la cual nunca me desprendería.

Magnánimo, el Capitán mirando solemne como una figurita
propia de una infancia anacrónica que no me corresponde
y sin embargo se apropia de mí.
Una porción de la infancia nunca vivida pero deseada
como mi nave exploradora.

El Capitán victorioso saliendo entre todo ese conjunto de dulzuras
vistiendo de un dorado plástico como envoltorio
con una presencia de falso 3D o en tres capas,
despegando con su nave o volando como Mighty Mouse
bañado en las victorias galácticas del dulce de leche
y esparciendo más chocolate a través de sus puños mágicos,
alimentando todas las bocas furiosas de la humanidad,
alienígenas y galaxias hasta saciarlos,
ensuciarles las comisuras de sus bocas
con un sabor vicioso difícil de despojar.

Y yo seré testigo,
pequeño testigo en silencio,
aventurado en mi nave exploradora 
comiendo la eternidad del espacio
en forma de alfajores triples.
Alentando épicas galácticas
de eras improbables,
venerando la figura de un Capitán dorado
manchado por dulce de leche. 


Nowhere Man by Gershon Kingsley on Grooveshark

23/5/12

The soft porn adventure II


Fragmentos de un film de culto del porno mundial (lamentablemente existen fotogramas y pasajes perdidos que no pudieron ser recuperados en la restauración del VHS), premisa y fundamento principal por el cual se rige su éxito dado su hallazgo entre el polvo húmedo y la soez del depósito de algún cine XXX de EE.UU.  

"The onanist" (a.k.a. El solitario) es de 1986 y tiene como protagonista al mítico actor porno búlgaro Job Malone que hizo cientos de cintas de soft porn durante la década del 80 que le brindaron cierta fama en el entorno para luego pasar al olvido. Actualmente se comenta en algunos sitios web que está viviendo en California con su familia donde administra un pequeño comercio de lavado de ropa. 


Un cortometraje lleno de nostalgia de una época como lo fueron los 80's; exacerbadas situaciones de conductas y hábitos fisiológicos que nos han avasallado y lo harán de por vida. No resulta extraño por sus particularidades estoicas, estéticas y argumentativas que su repercusión acumule a mansalva tanto detractores como amantes por la web, ahora que ha vuelto a salir a la superficie entre sofás viejos, raquetas de tennis, espuma de jacuzzi, vinilos y zorros embalsamados. 
Gracias al estimado Diego por la invitación para ver su estreno en Argentina y su aporte de la fuente para verlo subido en la web. 

7/5/12

El devenir del futuro


Amo los inventos, los inventores pero por sobre todas las cosas, amo a los grandes inventores con grandes inventos que resultan un fiasco total en la escala Arlt, o por ejemplo, el caso Franz Reichelt y sus diseños innovadores que lo llevarían a la muerte, tal como lo registra este video:



Y gracias a este sitio inglés tenés la chance de ver miles más, como la bañera voladora e invenciones estrafalarias de todo tipo: