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13/5/15
Actitud!!!
Resulta saludable volver sobre un tema que Martín Sastre planteó con humor y algún grado de funcionalidad, en apariencia, años atrás. "Adopte un Artista Latino", una red de trata de artistas menos precarizada, menos elegante que el mecenazgo. Un poco el debate sobre la cuestión regresa con este libro, un "Manual para artistas emergentes", tras preguntarse:
¿Qué es ser Artista Emergente?
¿Cómo y cuándo comencé a serlo?
¿Cómo entro al carrusel Galería, Bienal, Museo, Galería, Bienal, Museo?
¿Qué es el derecho de piso y cuánto cuesta?
¿Hasta dónde debo intimar con un coleccionista?
¿Puedo tener pareja y ser artista de éxito mundial?
¿Esa curadora tan famosa es en realidad agente de la CIA?
¿Puedo ser parte del Lobby Gay siendo heterosexual?
¿De qué debo Emerger?
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27/11/13
Satélites espías
El paranoico copado con las señales enviadas por el Zenit.
Después se mete en GoogleMap a ver su propia terraza.
Desde su ventana, autopistas cruzándose a la altura de su comedor.
Miles de autos, camiones y colectivos que pasan
se pierden en una llovizna infinita.
El paranoico copado con las señales enviadas por el Zenit, teme.
Piensa cautelosamente cuando tiene que aprobar una foto donde fue etiquetado en Facebook.
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13/10/12
Pinhead
Esa cabecita de perdida y abandonada
por todo registro activo de movimiento celular
capilar.
Hoy al ras,
confundida con calvas abominables
de sujetos despreciables.
Innombrables.
Aparece escurriéndose sin vida
contra la vidriera de un local en pleno microcentro
Considera haber llegado al núcleo
de la cuestión culinaria.
El olor de la fritura de Lavalle,
una ola consecutiva de moscas
y un acantilado de verborragia homoerótica
de talla proletaria.
A la mirada de aquella cabecita perdida y rapada
se la fagocitó una milanesa
de contextura plana como lámina
y de aspecto ficcional.
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13/3/12
Mucosidad clown
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21/11/11
Finales inmortales
Sobre eso hay un muy buen ejemplo. Mi final favorito de temporada, que vuelvo a ver y vuelve a arrasar cada pelito de mi cuerpo dándole vueltas y contorneándolo como si se tratara de hierbas suaves y silvestres. También insisto en la repetición porque extraño a Nathan, irremplazable aunque pongan un sujeto que se desarme en dos personalidades opuestas/complementarias. No, el combo 2x1 no funciona a este nivel.
No puedo conformarme con su final en Las Vegas de ninguna manera, y eso duele. El pequeño Bob Dylan, elaborado con las características más imperfectas del ser humano, con todo lo insoportable y agradable que pueda tener una persona, manifestado de una forma tan natural y creíble que llega a ser considerado eso, alguien sumamente extrañable al volver a ver Misfits.
( cranch - spoiler alert - cranch )
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24/10/11
El manuscrito de los secretos
Tiempos indefinidos donde todo se torna grandilocuente con drama, o
apenas un rumor lejano corriendo por entre las rendijas de las persianas. Tiempos
de confusión alborotada, donde algunas ideas comienzan a solidificarse -y otras
ramificarse- junto con el renacimiento del espíritu épico, dando aires y deseos
de albergar más luz e iniciar la búsqueda oceánica con escafandra flúor y la
compañía de un coral movedizo con motor silencioso.
Pensarlo de algún modo como el escape de aquel lugar: el de
la autosuficiencia y quizás eterna autocomplacencia del autodidacta. Tomar la
rigidez de la institución para volcar seriedad a las manos y sus creaciones; emprender
un camino de inquietudes con mucho más foco, con la linterna totalmente
prendida, las velas ardiendo y la parafina dibujando los pasos por la noche.
Cuestionar dentro de la escasez morlaquera y el ocio, la
actividad laboral. No buscando el placer en su núcleo, considerando simplemente
no caer en los lugares por inercia ya pisados, los que serían las sanguijuelas
de otros años, de siempre. Simplemente buscar un lugar más adecuado, donde la
maldad y la aspereza no sean la norma fundacional y las energías puedan
desenvolverse de otro modo.
Y pensar en esa gente bella que pasa y queda. Otras que sólo
pasan, o dejan ser pasadas como por un portal hacia sitios desconocidos, no
lejanos, simplemente desconocidos. Que dejan sus encantos, su amor. No
pensarlos como cadáveres sino vivos y frescos como aquellos que quedan, o aquellos
que están acercándose sin ser divisados aún. También aquellas bellas personas
que se recuperan lentamente, porque uno -que es yo- posee la capacidad de la lentitud por lo que
recuperar es un proceso complejo, lleno de detalles, metodismos y mecanismos no tan
simples. No tan prácticos. Como su gestor -que es yo-.
Todo eso es auspiciante. Como el sol de la mañana
eyectándose desde las profundidades de otro continente, quemando levemente los
pastizales bañados en rocío de un campo abierto que infunde el temor del vacío, así como la
grandeza de su amplitud. Pensar en los gestos, en las causas reales y
merecedoras (portadoras) de la voluntad, del deseo y de la entrega. Como copos
de nieve, como villancicos fuera de estación. Como el voto más bello de la
historia de mi democracia, de mi elección natural ante la vida, escrita en
bolígrafo sobre un papel borrador y llevado a la urna con una sonrisa amplia, secreta, colmada de fantasía y del deseo natural que comentaba:
VOTO A LA FUERZA
DEL AMOR
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Verdades innegables
7/2/10
Ceferino era uruguayo (o la danza de las algas marinas)
Si exisitiese un destierro para mí, o en todo caso, tuviera que exiliarme, hoy eligiría como destino el departamento de Rocha. Despojarme de cualquier ambición helada y hundirme en el mar frío, raspar mis pies contra la conchilla salvaje y las rocas filosas. Sentir durante la noche el acecho, el ojo curioso del faro y dejarme perder en las calles angostas hasta terminar en alguna playa oscura. Inundar mi cuerpo de la fragancia silenciosa de las hortensias, desayunar en algún carrito las comidas más contudentes y cargadas de triglicéridos que he visto en tiempo.
Untar mis manos y volver a dibujar el trazo sinuoso en las hojas del cuaderno de tapa marrón y ver, ocasionalmente canales de cable - el mismo cable que se conecta a esta casa - para esquivar el día o la inmensidad de la noche. Darme a la danza de las algas y sentirme con hambre.
Hambre del espíritu que tira por dentro y desea salir del agotamiento del cuerpo. De las estructuras de soporte, de la locura del día, de los humores de la humanidad nefasta, de la vorágine vampírica. De los reflejos cansados y las acciones estereotipadas. Ir en marcha con los albatros hacia donde sea.
Descansar la vista bajo la sombra de cualquier árbol y sentirme más anónimo que en Buenos Aires.
Sentirme extranjero realmente y descubrir otras simplezas y complejidades en el aire. Otros componentes a los habituales que van consumiendo la belleza.
Ceferino estuvo presente en Uruguay. Su vida de indiecito pro occidente, monástico, elegido para reinvindicar una paz que nunca existió. Una paz que se presentó en tantas oportunidades en Rocha. Sin tantos vicios europeos, sin aguardiente, timba ni escenario para el acoso y el ascenso del corpus Christi.
Mi vía cruxis llegó hasta Punta del Diablo, un paraje ideal, donde uno siente encajar a la perfección con el idioma carente, la vida ausente y los sonidos del hábitat. Los visitantes de temporada quedan fuera del encanto, o lo alzan cuando es necesario.
Pero ser turista es parte de eso. Volver. Retornar del placer de los 45'' del cigarro al trabajo de nuevo. Volver a los vicios, el smog, la crudeza del aire, el calor. Volver a sentir ambiciones sin límites ni propósitos. Volver a sentirse perdido pero organizado, con una agenda completa de actividades y un itinerario no cómodo, pero sí funcional a la comodidad del mundo.
Ahí el indio palmao lleno de enfermedades papales, puede ser canonizado. Será un santo varón para la alegría de algunos vendedores de estampitas. Ahí siento la gravedad del mundo y quiero perderme como antes. Perderme en serio, en lo desconocido. En el misterio. En la belleza. Olvidar los tiempos y el capital humano siniestro. Sentirme rodeado de árboles, casas de paja pequeñas, aguas vivas noctámbulas y dulces de leche cremosos y cualitativamente más sabrosos.
Dejar que el renacer se vuelque sobre mí en su amplitud devoradora. Volver al campo de exploración. Dejar las nimiedades por un instante que dure toda la vida.
Que pase bien.
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18/8/09
Apremiar el sentimiento abandónico
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25/5/09
Escape from the Envirolet® MS10 (120VAC Electric)

Norman Bigelow, ¿podrá escapar de las nuevas tecnologías, salir airoso de la empresa y dar fe de cómo ha logrado dicho suceso? Por si acaso, dejó una carta:
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