tag:blogger.com,1999:blog-78117922024-03-13T00:03:27.622-03:00El deseo furtivo de un condenado antes de morir degolladoEl deseo furtivo de un condenado antes de morir degollado4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.comBlogger653125tag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-53384955952194270562020-11-18T07:43:00.004-03:002020-11-18T07:43:52.815-03:00Dibujo del cielo<p>No te acuestes con ella</p><p>no te acuestes con él</p><p>no te acuestes con su perro.</p><p>Mirá el cielo y dibujalo.</p><p>Dejá. No me escuches, no me leas,</p><p>hacé lo que quieras</p><p>pero no te olvides de mirar el cielo y dibujarlo</p>4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-71029967158946976592018-07-28T23:54:00.001-03:002018-07-29T22:06:43.157-03:00Prueba y olor<div style="text-align: justify;">
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<a href="https://2.bp.blogspot.com/-wua-_yirHYU/W15j7ymH3iI/AAAAAAAAJHU/XOPwbZvrjFg_-GqR9u1H6VaUNG5V-tJ1QCLcBGAs/s1600/frascos_750.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="526" data-original-width="750" height="280" src="https://2.bp.blogspot.com/-wua-_yirHYU/W15j7ymH3iI/AAAAAAAAJHU/XOPwbZvrjFg_-GqR9u1H6VaUNG5V-tJ1QCLcBGAs/s400/frascos_750.jpg" width="400" /></a></div>
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<br />
¿En cinco años seguirá existiendo esta plataforma?<br />
<br />
Me hago esta pregunta basado en el tiempo de vida del blog pronto a vestir un traje de quinceañera hecho con gasa blanca mortajada. Cuando lo empecé no tenía expectativas, lo hacía por inmediatez. Hoy ya no me encuentro en esa situación y por eso ahora pienso que lo que estoy escribiendo podría tener un tiempo de vida útil comparable al de una reseña para TripAdvisor. </div>
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¿Considero más trascendente lo que escribo ahora que cualquier crítica de un usuario random de TripAdvisor?<br />
<br />
No. Ambas plataformas pueden caerse, perder sentido antes o después sin importar ni sus usuarios ni sus contenidos, pero las fusiono porque pensé en quienes no les gusta comer. A esas personas tampoco les disgusta comer. Es una actividad sin goce, una necesidad vital y fisiológica asociada al refrán productivo y salubre que imperativamente indica: “Comer para vivir, no vivir para comer”. Me lo remarcaron toda mi vida como si se tratase de una jornada laboral en relación de dependencia en el que por medio de un contrato, queda pautada la entrega de energía y creatividad por un tiempo determinado a un cierto patroncito para que pueda edificarse un jardín inundado de faisanes y pavos reales. </div>
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Muchos años atrás en un texto me proclamé sibarita y no voy a cuestionarlo ahora. El goce que me provoca comer está entre los más elevados y eso me sitúa sobre la muestra colectiva los <b>“Olores de la memoria colectiva” </b>de Cecilia Catalin. </div>
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El olfato está totalmente ligado al disfrute de una comida: primero olfateo, después me llevo esa sensación al paladar. El olor condiciona la valoración de esa comida en un escalón básico, primitivo y esencial. El olfato dialoga antes con la comida y después la desintegra hasta aprobarla y darle pase libre al esófago. </div>
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Catalin trabaja desde la cocina de un químico y sintetiza esencias y aromas que seguramente podrían ser narrados con gran calidad por Miss Tacuarembó o Jean-Baptiste Grenouille. Su colección en el sótano es un inventario de olores que recorren el pasaje “entre las connotaciones colectivas y las memorias íntimas; entre los olores concretos y los olores abstractos”. Un muestrario de boticario que exalta la capacidad olfativa y pone a prueba la distancia que te separa de olores -agradables, insignificantes, desagrables, pasajeros- consensuados. La nariz repleta y satisfecha, afectada por olores y definiciones.</div>
4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-13655206290188704062018-05-26T13:25:00.002-03:002018-05-26T13:27:39.388-03:00Hipoxifilia en el último día en la tierra<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-sIJbIr-Xepg/WwmK6859WdI/AAAAAAAAJGQ/ulz24dhha3kt87v5-zTpiye5LyNECrr1gCLcBGAs/s1600/DeIs46cWkAEVhgd.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="718" data-original-width="934" height="490" src="https://3.bp.blogspot.com/-sIJbIr-Xepg/WwmK6859WdI/AAAAAAAAJGQ/ulz24dhha3kt87v5-zTpiye5LyNECrr1gCLcBGAs/s640/DeIs46cWkAEVhgd.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<br />
Intento aprender de los errores de mi vida anterior, mi amor, como cuando veo mi cuerpo muerto con una leve erección: comprendo que la hipoxifilia no fue una buena idea.4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-60019180340873816652018-03-22T12:07:00.002-03:002018-03-22T12:07:46.068-03:00Dos noches atrás<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-MPskkEvPtqw/WrPGmkqwA7I/AAAAAAAAJE0/lOJ50xJq57wENEqSQv0AsgEHG75bH_VKgCLcBGAs/s1600/311648da464ed3d83b3f0f52cc070532.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="435" data-original-width="552" height="313" src="https://2.bp.blogspot.com/-MPskkEvPtqw/WrPGmkqwA7I/AAAAAAAAJE0/lOJ50xJq57wENEqSQv0AsgEHG75bH_VKgCLcBGAs/s400/311648da464ed3d83b3f0f52cc070532.jpg" width="400" /></a></div>
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Victor Pascow vino a visitarme en un sueño. Dejó un mancha de barro sobre la cama y escondió sus vísceras bajo la almohada4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-53520729422012593332018-02-13T01:16:00.000-03:002018-02-13T01:16:02.725-03:00¿Cómo te llamabas?<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-5FmjGUN0gUY/WoJmahzM0MI/AAAAAAAAIMY/_ZfJn5ejr44lqbksjtlxfyKs0Mtg759vACLcBGAs/s1600/my-name-gender-pronouns-label-lb-2848.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="553" data-original-width="800" height="221" src="https://2.bp.blogspot.com/-5FmjGUN0gUY/WoJmahzM0MI/AAAAAAAAIMY/_ZfJn5ejr44lqbksjtlxfyKs0Mtg759vACLcBGAs/s320/my-name-gender-pronouns-label-lb-2848.png" width="320" /></a></div>
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-¿Cómo te llamabas?</div>
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Ahora no importa eso. Acabo de terminar de ver una película. Había un tipo, el jefe de policía, que va a su establo como si fuera un templo donde reflexiona sin la presencia de su familia. También es ahí donde se encapucha y se pega un tiro en la cabeza. </div>
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Sus caballos al otro día pastan a campo abierto porque les deja sus corrales abiertos. Pensé que debería existir un territorio donde los caballos puedan optar por ser libres.</div>
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“¿Cómo te llamabas?” es una pregunta mal formulada y además molesta. </div>
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¿Cómo te llamabas?</div>
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Todo el tiempo abandonamos nombres, cuerpos e identidades. Creo que puede ser algo bueno. Podríamos hacer algo bueno con eso. Realmente.</div>
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<br /></div>
4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-87627581811028223112017-10-23T02:48:00.000-03:002017-10-23T03:02:50.583-03:00Mi hermano del medio<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-e0xyQUEJsFg/We1-WA6N45I/AAAAAAAAE8A/bYCIRVg3tyMwEgnzKgtqqw0wvOulRLHVgCLcBGAs/s1600/WhatsApp%2BImage%2B2017-10-13%2Bat%2B22.31.51%25281%2529.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1032" data-original-width="774" height="640" src="https://2.bp.blogspot.com/-e0xyQUEJsFg/We1-WA6N45I/AAAAAAAAE8A/bYCIRVg3tyMwEgnzKgtqqw0wvOulRLHVgCLcBGAs/s640/WhatsApp%2BImage%2B2017-10-13%2Bat%2B22.31.51%25281%2529.jpeg" width="480" /></a></div>
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<br /></div>
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Tendría seis o siete años. Con certeza, ya estaba en la primaria. </div>
<br />
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No podía dormirme. Sentía el chirrido de mi cabeza rozando el respaldo de esterilla de la cama, un entramado complejo en el cual invertía horas jugando con mis dedos, debilitando el tejido sin cruzar el límite de quebrarlo. Mi cabeza orbitaba alrededor de la muerte mientras transcurría la noche en el cuarto donde conviví durante años con mis hermanos. La ventana hacia la calle Iguazú ya debía estar colmada de stickers que coleccionaba sin demasiado criterio. </div>
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<br /></div>
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En mi cabeza se habían presentado imágenes de mi hermana y mi abuela: trataba de comprender la mortalidad de las que fueron víctimas, y si eso afectaría también a mis padres que dormían en el cuarto contiguo. El insomnio producto del miedo me permitió profundizar capas de análisis, dudar con mayor seguridad -y angustia- sobre si ellos se mantendrían vivos sin importar el curso biológico de la vida ni cualquier creencia subyacente. </div>
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<br /></div>
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A la mañana recuerdo que me senté a desayunar con mi mamá.
Tenía vergüenza de preguntarle, no sé si por sentirme estúpido o indefenso ante la probable explicación que me diera. Recuerdo que el sol pasaba por las cortinas formando un rectángulo sobre la mesa redonda.
Mamá me respondió. No recuerdo la respuesta precisa, tengo sensaciones de su cara hablándome con seguridad, transportándome la tranquilidad que necesitaba en ese momento. </div>
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<br /></div>
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Ellos representaban figuras fuertes y gigantes, imposibles de derribar. </div>
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<br /></div>
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Mis antecedentes cercanos a la muerte eran pequeños fantasmas que muchas veces me hacían levantarme de la cama. Iba al pasillo, me acercaba a la puerta de mis padres para sentir la luz proyectada por su televisor para sentirme protegido. Según el volumen de miedo que me invadiera, emitía sonidos o recortes de mi sombra que evidenciaran mi presencia a mi madre, y ella alertada preguntara por mi nombre. Generalmente respondía y me iba a dormir con ellos, pocas veces volvía silenciosamente a mi cama. </div>
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<br /></div>
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Cuando tenía dieciséis volví a sentir esa angustia con mayor intensidad. Tras la muerte de mi abuelo materno pasé una semana en mi cuarto desvelado. Para ese momento tenía una pieza para mí solo, la que antes usaban mis padres. Esas noches intentaba revelar algún sentido desde la pérdida, hacia dónde iba todo el flujo de energía y vida después de la muerte; intentaba precisar en mi mente qué se sentía antes de nacer. Hacía suposiciones y atravesaba instancias que me dejaban más dudas, más dolores al amanecer. Mi espíritu se vio más alterado y revuelto; un año más tarde se traduciría en el comienzo de mi trastorno de ansiedad y en crisis de pánico. </div>
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Mientras tanto, pasaron los años. Esos pensamientos y esas capas volvieron a hacerse visibles con diferente intensidad, siempre en un simulacro mortal que me dejaría agotado, pero podría alejar y evitar a nivel cognitivo a través del placer, con la vida sudando por mi pecho y secándose en mi espalda. </div>
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<br /></div>
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Gusti en cambio era diferente. No padeció esos miedos. De todos los hermanos, él era el más fuerte. Se mostraba seguro y avanzaba, respaldado por el humor escatológico con el que perdía pudor. Crecía a través del proyecto que le daba un marco de seguridad: su profesión y su propia familia, a las que dedicaba toda su vida. Definían su independencia y el grado de observación crítica al interior del núcleo familiar predecesor. </div>
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<br /></div>
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La angustia vuelve hacerse profunda estas noches y toma dimensiones infinitas, aún cuando pensé que podría esquivar ciertas conductas primarias, ciertas preguntas resueltas.<br />
<br />
El chirrido del respaldo de esterilla sigue sonando en mi cabeza.</div>
4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-27545114975857100852017-08-08T17:09:00.004-03:002017-08-08T17:09:58.018-03:00Hojas de palmera<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-2GwwpwPfn1o/WYoZm1G-KFI/AAAAAAAAE58/g5iOyEZjn2UaYZ6RyHlkBOO_mQfgh88FQCLcBGAs/s1600/28.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="332" data-original-width="332" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-2GwwpwPfn1o/WYoZm1G-KFI/AAAAAAAAE58/g5iOyEZjn2UaYZ6RyHlkBOO_mQfgh88FQCLcBGAs/s400/28.png" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
Ahora no ves bien, pero tenés una plaza al lado.<br />
<br />
Está vacía. Hay un rincón donde se trenzan a la altura del monumento una variedad de hojas de palmera. La vereda está cubierta por una identidad difusa de manchas de pintura o alimentos que forman una red carpet donde se amontonan las palomas.<br />
<br />
Ahí abriste los ojos, pienso. Estás acostado en un asiento cubierto de mierda, intenté advertirte. No importa. Óleo y aceite para pintar un sábado cuando te aburras de escribir. Te sacás esta ropa y la usás de material. Te usás a vos mismo como material, te convertís en lienzo, en mástil, en héroe o en vos.<br />
<br />
Te huele un perro. Ya está, perdió interés. Todos perdemos interés y nos dedicamos a otras cosas. Nos internamos en la complejidad y nos alejamos de lo importante. Nos convertimos en nuestro propio alien alimentándose en el abdomen.<br />
<br />
Ahora te mira un croto; cayó un grupo de amigos con una pelota. Podés seguir sin ver. No te levantes, no te preocupes, todo va a estar bien.<br />
<br />
No tengas miedo.<br />
<br />
Ahora no ves bien, pero tenés una plaza al lado.<br />
<div>
<br /></div>
4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-27075429030849340882017-07-05T12:03:00.003-03:002017-07-05T17:17:34.555-03:00A<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-bvtWkKiC_5I/WVz_rRHhkOI/AAAAAAAAE4c/gDqUQXxsQsAvRF2xbsy6PPHDmrD23WUaQCLcBGAs/s1600/Captura.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="619" data-original-width="921" height="427" src="https://3.bp.blogspot.com/-bvtWkKiC_5I/WVz_rRHhkOI/AAAAAAAAE4c/gDqUQXxsQsAvRF2xbsy6PPHDmrD23WUaQCLcBGAs/s640/Captura.JPG" width="640" /></a></div>
4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-75138424854053123732017-05-28T22:03:00.000-03:002017-05-28T22:03:58.473-03:00Dominio públicoHoy terminé de editar este libro de ilustraciones:
<iframe class="scribd_iframe_embed" src="https://www.scribd.com/embeds/349686221/content?start_page=1&view_mode=scroll&access_key=key-kGxpKSTNus9pJhyUe498&show_recommendations=true" data-auto-height="false" data-aspect-ratio="0.7080062794348508" scrolling="no" id="doc_2693" width="600" height="800" frameborder="0"></iframe>4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-42794007985592680232017-05-01T08:16:00.003-03:002017-05-01T08:16:28.232-03:00AnocheAnoche me acosté tarde.<br />
Envolví la cabeza en la almohada y escuché el primer tiro.<br />
<br />
Seguí atento el trayecto de un auto.<br />
Silbaba restos de cordones con un trazo filoso.<br />
Recreé un mapa del barrio -ese barrio nocturno posible-<br />
acorde al sonido cuanto más cercano parecía.<br />
<br />
Otro tiro más cercano.<br />
Un peatón en la madrugada embestido por el auto volando contra alguna casa,<br />
o el coche puesto contra un poste con los chorros como crash test dummies<br />
clavados en un sueño atroz contra el airbag.<br />
<br />
El zigzag se puso más violento,<br />
tomó distancia del zumbido de la autopista,<br />
un coro lateral que se agotaba junto a los sonidos de mi casa.<br />
<br />
Imaginé la escena: los tipos del auto se estacionarían violentamente en la puerta de casa<br />
Me agotó pensar mi muerte y tener a la inseguridad como agenda antes de estar inconsciente. <br />
<div>
<br /></div>
4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-8841403737621757712017-03-25T22:06:00.002-03:002017-03-26T02:03:58.587-03:00Niño pobre<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-8mLHFyN3O1c/WNcT89y3mWI/AAAAAAAAEzE/tY8vmCiqEWM5VjsJdq_qsAGS_j7azdP0QCLcB/s1600/IMG-20161107-WA0002.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-8mLHFyN3O1c/WNcT89y3mWI/AAAAAAAAEzE/tY8vmCiqEWM5VjsJdq_qsAGS_j7azdP0QCLcB/s400/IMG-20161107-WA0002.jpg" width="300" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: right;">
<i>Dedicado a Domingo, esté donde esté.</i></div>
<br />
Es tu canción.<br />
No hay forma más cursi de evocarte que siguiendo su entonación<br />
con el sonido motorizado de tu ronroneo en estéreo.<br />
Hoy me puse mal mientras arrancaba brotes espinosos de tu arbusto favorito.<br />
Necesitaba verte ahí trepándote con toda tu euforia,<br />
esa velocidad potencial con la que te llevabas puesto todo.<br />
Quería verte ahí, cómo te enredabas al follaje de las ramas<br />
como el T-Rex de la primera Jurassic Park emergiendo por primera vez en la pantalla.<br />
<br />
Porque puede sonar frívolo de mi parte -lo sé-, pero siempre me pregunto:<br />
¿a dónde van los gatos desaparecidos como Winston y vos?<br />
Sé que no a los vuelos de la muerte, pero sí víctimas posibles<br />
del veneno de la maldad de los vecinos,<br />
de manos apropiadoras,<br />
o sucumbieron, quizás,<br />
a bocas desgraciadas de perros o aves mutantes rencorosas.<br />
<br />
Extraño tus mordidas a mi frente y a mis piernas, tu cuerpo desplomándose contra mis pies,<br />
tus lamentos extendidos como suspiros que indicaban tu vejez prematura,<br />
extraño que seas mi despertador en el medio de la madrugada y me dejes a la intemperie.<br />
Extraño tu hambre invasiva al momento de cocinar y comer, robando como niño pobre que sos.<br />
<br />
Lee también te extraña.<br />
Te llora en la entrada del jardín,<br />
te espera por las noches y duerme en tus rincones.<br />
Extraña recrear escenas homosexuales con vos, esas de amor con persecuciones, lamidas y mordidas.<br />
<br />
Te extraño y te amo mucho,<br />
sos un forro por irte un viernes sin despedirte, por presentarte un domingo a la noche.<br />
Porque vos llorabas esa noche y esta noche, soy yo quien no sabe llorarte,<br />
no sé qué hacer con esta angustia de que ya no vivamos más juntos.4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-20029661601943298292017-02-02T23:26:00.000-03:002017-02-03T17:59:46.174-03:00Sierras y cigarras<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-xybdSXvzxIA/WJTvIvVVuyI/AAAAAAAAEw4/1yK4U1N8CP4dKPjjsL4SK6RSkcVD1mBlwCLcB/s1600/IMG-20170203-WA0003.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://3.bp.blogspot.com/-xybdSXvzxIA/WJTvIvVVuyI/AAAAAAAAEw4/1yK4U1N8CP4dKPjjsL4SK6RSkcVD1mBlwCLcB/s400/IMG-20170203-WA0003.jpg" width="225" /></a></div>
<span style="text-align: justify;"><br /></span>
<span style="text-align: justify;">El sonido del aserradero combinado, solapado al canto de las cigarras.</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En realidad, es el ruido de sus alas durante el proceso de apareamiento. El manoseo embarcado que se expande sobre la corteza de las ballenas cogiendo en Puerto Madryn: turistas instagrameando el semen cetáceo.</div>
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<br /></div>
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La siesta no emite sonidos, admite manoseos. Trato de evitar el apareamiento con el sudor evaporándose entre las sábanas.</div>
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Es verano, de otro modo sería imposible describir esto; pensar en quienes dicen a menudo chicharra. Admitir la cadena de sonidos asociados con tanta perfección, descartando al aserradero. El olor a orín impregnado a los trozos de madera que vuelan sobre la medianera. La excitación de los chicos en la terraza revoleando fruta podrida. Los ruidos de la pelopincho vaciándose.</div>
4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-50785484668590248892017-01-13T21:38:00.003-03:002017-01-13T21:39:57.740-03:00Piglia te boxea<div style="text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-size: x-large;">El laucha Benítez cantaba boleros</span></b></div>
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<b><span style="font-size: x-large;">de Ricardo Piglia</span></b></div>
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<b><span style="font-size: large;"><br /></span></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-_qtJ0sRru20/WHly5ehZfYI/AAAAAAAAEv4/JQ9cRWHIXOkLE1c-5kC__UkwhY3Kq2N2gCLcB/s1600/1471601871_706888_1471604367_noticia_normal.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="380" src="https://2.bp.blogspot.com/-_qtJ0sRru20/WHly5ehZfYI/AAAAAAAAEv4/JQ9cRWHIXOkLE1c-5kC__UkwhY3Kq2N2gCLcB/s640/1471601871_706888_1471604367_noticia_normal.jpg" width="640" /></a></div>
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<b><span style="font-size: large;"><br /></span></b></div>
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<b><span style="font-size: large;">1</span></b></div>
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Nunca llegaré a saber del todo si el Vikingo intentaba contarme lo que realmente sucedió esa madrugada en el club Atenas, o se quería sacar de encima la culpa o estaba loco. La historia de cualquier modo era confusa, deshilvanada: pedazos de su vida, el desconsolado saludo de guerra de los escandinavos y un estropeado recorte del El Gráfico, envuelto en trapos, con la finísima y luminosa cara del Vikingo mirando la cámara de frente.</div>
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De salida yo había sospechado que algo no andaba en la historia que contaban los diarios, pero si tuve alguna esperanza de que él mismo descifrara los hechos, se me borró no bien lo vi llegar, receloso, la piel de la cara llagada por el sol, escondiendo las manos en el pecho, con un aire obsesivo y brutal. Se movía despacio, en un bamboleo suave y era fatal acordarse, con melancolía, de ese modo suyo tan indolente de caminar el ring para entrar en distancia, de su elegancia natural para salir pegando y hacer juego de cintura sin dejar el infaitin. Estaba allí, arrinconado, la espalda contra la pared, medio perdido, y miraba sin ver en el fondo del pasillo la última luz de la tarde, disuelta ya entre los álamos y las rejas del hospicio. Le alcancé un cigarrillo y él ahuecó las manos para resguardar la llama, sin tocarme, avergonzado por los lamparones de suciedad que le teñían la piel; fumó, abatido, hasta casi no poder despegar la brasa de los labios y después se quedó quieto, con los ojos vacíos, y de golpe estaba hurgueteando en los bolsillos de la camisa, desenterrando un montón de trapos que fue abriendo con prolijidad hasta encontrar el ajado recorte de El Gráfico donde se veía su cara, joven y borrosa, al lado de la cara de Archie Moore. Me estiraba el papel, respirando con la boca abierta, hablando dificultosamente, con una voz gutural, incomprensible, amontonando sin orden las palabras hasta que sin querer se quedaba callado y me miraba, como esperando una respuesta, antes de comenzar de nuevo, regresando una y otra vez a esa madrugada en el club Atenas de La Plata, al cuerpito destrozado del Laucha Benítez tirado en el piso, boca arriba y como flotando en la temblorosa luz del amanecer.</div>
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De algún modo toda esa historia va a parar al club Atenas; la historia o lo que vale de ella empieza allí la tarde en que el Laucha Benítez se arrimó a la figura desolada y feroz del Vikingo y en una prueba de lealtad, de imprevista lealtad hacia ese monstruo estrafalario, él, con su cuerpito escuálido y su cara de monito tití, se acercó a los otros, a los que acosaban al Vikingo y les arrebató el trofeo, la única insignia o escudo heráldico que el Vikingo había logrado conquistar en años de batallas perdidas y fracasos heroicos. Los ahuyentó, embravecido, a punto de largarse a llorar y después se arrinconó junto al Vikingo y trató de sosegarlo, sin saber que se estaba buscando la muerte.</div>
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Nadie sabrá jamás lo que pasó, pero es seguro que el secreto hay que buscarlo en ese desvencijado club de box que alza sus paredes carcomidas y su techo a dos aguas en el fondo de una calle vacía: allí, una tarde de mayo del 51, el hombre que años después se verá obligado a hacerse llamar El Vikingo, se calzó por primera vez un par de guantes, tiró hacia delante la pierna izquierda, levantó las manos, se puso en guardia y empezó a boxear.</div>
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Introvertido y delicado, era ágil, rápido y demasiado elegante para ser eficaz. Se movía con la soltura de un liviano y todos elogiaban la pureza de su estilo, pero era imposible ganar con esos golpes que parecían caricias. En el fondo no había nacido para boxeador y menos para peso pesado, con su dulce rostro de galán del cine mudo, con su figura espigada y romántica hubiera hecho mejor papel en cualquier otro lado, pero era boxeador sin haberlo elegido, fatalidad de nacer con ese cuerpo espléndido y cerca del club Atenas. Daba tristeza verlo aguantar, impávido y sin sombra de duda, las arremetidas confusas de los brutales mastodontes de la categoría. Era más bien un hombre para boxear entre livianos, a lo sumo con algún peso welter; de todos modos, inexplicablemente y en una especie de traición que lo llevaba al desastre, su cuerpo estricto como un junco siempre pasaba los noventa kilos aunque él se matara de hambre. No llegó a ningún lado y nunca tuvo otra virtud que la pureza de su estilo, una loca obstinación para asimilar el castigo, un empecinamiento, un orgullo que lo obligaba a seguir en pie y arremetiendo aunque estuviera destrozado.</div>
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La culminación de su carrera la alcanzó una tarde anónima: una tarde de agosto del 53, en el gimnasio iluminado a medias y vacío del Luna Park, en el que se aguantó de pie frente a Archie Moore, en la única sesión de entrenamiento que el campeón del mundo hizo en Buenos Aires antes de pelear con el uruguayo Dogomar Martínez. Fue una tarde vertiginosa que después siempre le dolió recordar. Nadie se atrevía a ser sparring de Archie Moore y él se decidió porque aún conservaba inalterable esa cualidad, digamos adolescente, de despreciar los riesgos y confiar sin la menor vacilación en la fuerza de su insensata voluntad. Ilusionado pensó que era su chance, se convenció que era capaz de pelear de igual a igual, durante cinco rounds de tres minutos, con esa perfecta máquina de hacer box que era Archie Moore.</div>
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Estuvo mucho tiempo solo, sentado en un rincón, cerca de las duchas, esperando. Miraba la luz grasienta que bajaba de los focos enrejados y se mezclaba con la claridad de la tarde, sin pensar en nada, tratando de olvidar que Moore era, en ese entonces, uno de los tres o cuatro boxeadores más grandes de la historia del box. Durante un momento le pareció que se dormía, acunado por el sonido confuso de los hombres que se movían al fondo, pero de golpe llegaron los fotógrafos como un torbellino y se encontró encima del ring con Archie Moore enfrente. Empezaron liviano, haciendo cambio de frente y trabajo en las sogas. Moore era más bajo, usaba guantes rojos y botitas de terciopelo. El Vikingo se sentía muy duro, atado, demasiado atento a lo que pasaba fuera del ring, a los fogonazos que caían imprevistamente no bien Moore se movía. Además sentía curiosidad más que miedo. Ganas de saber hasta dónde le iban a doler los golpes de un campeón del mundo. Al rato Moore le había acorralado dos veces, pero las dos veces consiguió zafarse haciendo juego de cintura. El campeón quedó descolocado, de cara al vacío y dejó de sonreír. El Vikingo empezó a darle vueltas alrededor, siempre fuera de distancia y Moore lo punteaba de zurda, quieto, hamacándose, y de repente se le iba encima con una velocidad fulminante. El Vikingo no hacía otra cosa que mirarle las manos, tratando de anticipar, con la oscura sensación de que el otro adivinaba lo que iba a hacer. En una de esas se movió un poco más despacio y Moore lo cruzó con dos derechas y una izquierda abajo y al Vikingo le pareció que algo se le quebraba, adentro. Moore lo tocó suave con la izquierda, como queriendo tomar distancia, amagó dar un paso al costado buscando perfilar la derecha y cuando el Vikingo se movió para cubrirse la zurda de Moore bajó como un latigazo y lo encontró a mitad de camino. Al Vikingo se le nublaron los ojos, levantó la cara buscando aire pero sólo vio los globos de luz del gimnasio que daban vuelta. Moore se ladeó, sin tocarlo, esperando que se derrumbara. El Vikingo sintió que se le cruzaban las piernas, se hamacó para dejarse ir pero se sostuvo de algún lado, del aire, vaya a saber de dónde se sostuvo, lo cierto es que cuando bajó la cara estaba otra vez en guardia.</div>
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A partir de ahí Moore lo empezó a buscar en serio, para tirarlo. Cuando estaban en el centro del ring y había espacio el Vikingo se las arreglaba con el juego de piernas, pero cada vez que Moore lo acorralaba contra las sogas tenía ganas de levantar los brazos y ponerse a llorar. Al rato navegaba en una niebla opaca, sin entender cómo podían pegarle tan fuerte, toda su energía concentrada en no despegar los pies de la tierra: única certidumbre de que aún estaba vivo. Trataba de mantenerse fiel a su estilo y salir boxeando pero Moore era demasiado veloz y siempre llegaba antes. Hacia el final había perdido todo, menos ese instinto fatal que lo llevaba a buscar la salida más clásica y conservar cierta elegancia pese a estar medio ciego, deshecho por los golpes cruzados y la combinación de jab y aperca que lo frenaban como si continuamente chocara contra un muro. A esa altura el mismo Moore parecía un hombre piadoso, obligado a pegar porque ese es el trabajo, con un suave relámpago de respeto y consideración alumbrando sus ojos levemente bizcos, una suerte de ruego, como si le pidiera que se dejara caer para no seguir golpeándolo.</div>
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Cuando todo terminó casi no se dio cuenta. Siguió cubriéndose y no bajó los brazos ni siquiera al ver subir a los fotógrafos, como si tuviera miedo que pensaran que Moore había podido noquearlo al final. Recién cuando alguien lo puso al lado de Moore y vio enfrente a un fotógrafo, comprendió que había logrado resistir: entonces miró la cámara, se puso rígido y trató de concentrarse para no cerrar los ojos cuando llegara el estallido del flash. Bajó del ring pensando cada gesto, atontado por el dolor pero invicto y satisfecho, habiendo adquirido para siempre una fatal confianza en su valor y su hombría, como si realmente hubiera peleado con Moore por el título mundial, entre mareas de embriagadora fama y sin ver el vacío, la pálida, enfermiza claridad que diluía los rostros, la silueta de los hombres que rodeaban a Moore, sin que nadie se ocupara de él, solo como nunca volvió a estarlo.</div>
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<b><span style="font-size: large;">2</span></b></div>
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En los cinco años que siguieron no hubo otra cosa que una larga sucesión de masacres heroicas, en las que únicamente tuvo para ofrecer la extraña belleza de su rostro que a menudo llenaba de inquietud a las señoras del ringsai y una torva altivez, una manía de perfección, imperceptible para alguien que no estuviera con él entre las sogas. Claro que la emoción de las señoras del ringsai fue siempre una ansiedad secreta y ninguno de sus rivales resultó un caballero capaz de respetar ese orgullo suicida.</div>
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De modo que su campaña se cortó, sin sorpresas, una noche de febrero del 56, en el club Atenas. En ese galpón casi desierto boxeó por última vez, enfrentando a un desconocido brutal y de mirada turbia, que lo persiguió diez rounds tirándole lerdos mazazos, frente a los que él sólo oponía la absurda perseverancia y la fútil pureza de su estilo, un elegante juego de cintura que parecía destinado a encontrar todos los golpes que anduvieran sueltos por el aire. Cayó cuatro veces pero terminó de pie, borroso y tambaleante, la vista fija en el vacío. Cuando sonó la campana lo arrastraron a su rincón y él los miraba, arisco, los ojos muy abiertos, como alucinado o dormido, la cara rota, borrada por la sangre.</div>
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Nunca decidió dejar el box, porque para hacerlo tendría que haber dudado de sí mismo y era inútil esperar que hiciera eso; sencillamente dejaron de ofrecerle peleas, lo miraban rondar las oficinas de los promotores, lo veían llegar todas las mañanas al gimnasio con su bolsón de mano y empezar a entrenarse, terco, incansable, inspirando esa piedad irritada que suele provocar la sobrevaloración y el exceso de confianza. Seguro de sí y arruinado, jamás pidió otra cosa que una chance para volver a pelear y demostrar lo que valía. Al final, cuando estaba por morirse de hambre, alguien lo sacó del letargo y lo enganchó como luchador profesional en una troupe de catch. Allí, al menos, servía de algo su mirada grisácea, su cara delicada y aristocrática; subía al ring con una barba roja que lo avergonzaba y una especie de casco con cuernos para justificar el nombre de batalla. Tenía que abrir los brazos e inventar un rito aparatoso que, según el promotor, era el saludo vikingo. Lo hacía mal, torpemente, y sin darse cuenta trataba de estar siempre de espalda al público, como no queriendo que lo reconocieran.</div>
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La troupe andaba de gira por el interior y él se pasaba las tardes encerrado en los cuartos desvencijados de tristes hotelitos de provincia, tirado boca arriba en la cama, esperando la noche, esperando los saltos absurdos y las risas, sin otro consuelo que el de desenterrar, de vez en cuando, el amarillento recorte de El Gráfico en el que aparecía su cara invicta y joven, al lado de la cara de Archie Moore. Se pasaba las horas alisando el papel contra la mesa, tratando de borrarle las arrugas que le iban deformando la cara en la foto, tajeando su hermosa cara rubia que parecía haber envejecido, cuarteada en el papel quebradizo.</div>
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Todos lo soportaban porque les era útil, porque su expresión melancólica y su figura altísima, de melena rojiza y barba al viento atraía al público que no parecía notar su torpeza, su aire ausente que mostraba a las claras que estaba a miles de kilómetros de ese cuadrado de soga levantado en medio de una plaza.</div>
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Para disimular su indiferencia terminaron diciendo que era sueco o noruego, que no hablaba una palabra en castellano, y esa fábula, inventada para fortalecer el mito, favoreció su hosquedad, su silencio. Al tiempo, todos terminaron por creérselo, hasta el que lo había inventado, y quizás él mismo se convenció que había nacido en algún remoto país del que sólo le quedaba una nostalgia vaga.</div>
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Anduvo en eso más de dos años en los que apenas si habló con los otros, arrinconado y siempre solo, atrapado por la vertiginosa y monótona sucesión de pueblitos, de caras brutales y saludos vikingos, y nadie se extrañó cuando desapareció de improviso, una tarde. La troupe había desembarcado en La Plata y él se fue sin avisar, súbitamente, como obedeciendo a un llamado, sin llevarse otra cosa que una vieja valija de cartón, el seudónimo que conservaría hasta su muerte y la barba iluminándole la cara. Caminó por las calles desiertas, en el ardiente calor de la siesta de febrero, enfundado en una tricota negra de cuello volcado, llamando la atención con su cuerpo tan alto, con su figura estrafalaria, sin mirar a la gente que se daba vuelta para ver pasar a ese gigante rubio; atravesó el espeso y dulce aroma de los tilos y buscó el club Atenas como quien vuelve a casa después de una tormenta. No tenía otra cosa para ofrecer más que su misma obstinación, pero se quedó hasta hacer estallar la tragedia.</div>
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Fue allí después de cruzar el hall desmantelado del Atenas y agacharse para trasponer la puertita que daba al gimnasio, cuando vio por primera vez el cuerpo diminuto del Laucha Benítez. El chico, un peso mosca de diecisiete que prometía mucho pero que no se decidía entre su innato talento para el box y sus ganas de ser cantor de boleros, estaba al fondo, perdido entre las sogas y el olor de la resina y, según dicen, apenas hizo un gesto, un leve balanceo y ese fue su modo de decirle que lo estaba esperando desde siempre. Los dos se miraron, casi inmóviles, y después de un instante el Laucha siguió golpeando con sus manitas delicadas una bolsa de arena más alta que él, todo el rostro concentrado en el esfuerzo por parecer feroz. El Vikingo siguió caminando hacia el medio, como si lo buscara, mientras el Laucha se abrazaba a la bolsa de arena y lo veía acercarse, fascinado ya por esa figura a la que el sol de la siesta bajando por los cristales empañados otorgaba un aire fantasmal. Se lo quedó mirando, una leve sonrisa aquietada en su boquita de mujer, como si entreviera la altivez y el furor secreto del Vikingo, o mejor, como si adivinara que ese furor y esa altivez le estaban dedicados.</div>
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Tal vez por eso, de allí en adelante, el Laucha fue el único que pareció reparar en la existencia del Vikingo. Cautivado, atento a sus menores gestos, lo vigilaba, emitiendo extrañas señales, muecas, murmullos, equilibradas representaciones en las que su cuerpo adquiría la armonía y el fulgor de una pequeña estatua. Estas celebraciones culminaban cuando el Vikingo estaba cerca: entonces el Laucha dejaba lo que estuviera haciendo, echaba la nuca hacia atrás, clavaba sus ojos en la cara desolada del Vikingo y con su voz aguda, tristísima y casi de mujer, cantaba uno de los boleros de la época de oro, en el estilo de Julio Jaramillo.</div>
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El Vikingo no parecía escucharlo o saber que existía, como si se moviera en otra dimensión, siempre ausente. Se arrinconaba con los ojos perdidos y pasaba las horas, aturdido por el rumor del gimnasio, sin hacer otra cosa que cambiar la posición de vez en cuando. A veces, sin embargo, parecía excitado, se movía nervioso con un brillo azul en los ojos y de pronto, en los momentos más inesperados, lo asaltaban extrañas inquietudes, temblaba levemente, empezaba a murmurar en voz muy baja, agitado y manoteando el aire, hasta terminar enfurecido, contando en un tono indescifrable una historia confusa: la historia de su sesión de guantes con Archie Moore. Repetía los movimientos boxeando solo, agazapado y en guardia, largando al vacío lerdos mazazos tímidos. Saltaba o se movía, pesado, torpe, tratando de rescatar algo de todo aquello, siquiera una visión fugaz de ese pacto con Moore, de ese loco, insensato y nunca valorado heroísmo. El resto (todos los que usaban el Atenas como templo de sus esperanzas, de sus catástrofes) le formaban un círculo, lo excitaban con gestos de aliento, con risas, sabiendo que al final, indefectiblemente, sudoroso y cansado, respirando con la boca abierta, con ademanes lerdos y cuidados, hurguetearía en su camisa hasta encontrar el recorte de El Gráfico que sostendría con firmeza pero lejos de su cuerpo, con un gesto de tristeza, de abatimiento y de secreto orgullo.</div>
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El Laucha era el único que parecía impresionado, el único que miraba la foto del recorte, la cara del Vikingo un poco magullada que se alcanzaba a descifrar en el pedazo de papel. Los demás hacían bromas, se reían, mientras el Laucha se alejaba, parecía esconderse, refugiarse en un rincón y desde allí vigilaba a todos los que se amontonaban alrededor del cuerpo vacilante del Vikingo. Asustado, sin animarse a intervenir, miraba con dolor al Vikingo que intentaba contar de cualquier modo aquella pelea, la fulminante velocidad de Moore y sus botitas de terciopelo.</div>
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Y esa tarde, cuando alguien le arrancó un pedazo de papel, el Vikingo se quedó quieto, como sin entender y después pareció que algo le nublaba los ojos porque se cruzó una mano por la cara y de golpe estaba en medio de ellos, sin ver al Laucha que a su lado, enfurecido y diminuto, los insultaba y los hacía retroceder, hasta que al final se dio vuelta hacia el Vikingo y lo rozaba apenas con la palma de las manos, despacio, arreándolo como si fuera un gran animal enfermo. Lo llevó hacia un costado, lejos de los demás y empezó a hablarle en voz baja, arrullándolo, mientras el Vikingo dejaba de moverse y de gemir, sosegado ya, los ojos perdidos en el aire, la hermosa cara en paz.</div>
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Desde ese día empezaron a andar siempre juntos, separados del resto. Se arrinconaban al fondo del gimnasio, quietos, sin hablar, y de golpe el Laucha empezaba a cantar los boleros, muy bajito, sólo para el Vikingo, dejándose ir en los agudos como si fuera a desarmarse.</div>
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En ese tiempo, según dicen, el Vikingo pareció renacer. Empezó a entrar en el ring con el Laucha y le servía de sparring. Algunos atribuyen a esto la causa de todo, hablan de accidente, de una mano incontrolada. De todos modos, era cómico verlos cambiar golpes, el Laucha menudo, casi un chico, saltando ágilmente, con su cara de monito tití y al lado la mole encorvada del Vikingo moviéndose pesadamente. Uno solo de los golpes del Vikingo hubiera bastado para quebrar en dos al Laucha que sin embargo entraba en el ring seguro y pavoneándose, como un domador en la jaula de los osos. Se ponían en guardia y empezaban un simulacro de combate, el Vikingo plantado en el centro, el Laucha bailoteando alrededor. El Vikingo lo golpeaba con delicadeza, como si lo acariciara y ponía la cara impunemente, orgulloso de haber recuperado su fabulosa resistencia al castigo. Al fin el Laucha se cansaba de pegar y se dedicaba a hacer soga. El Vikingo se sentaba en un costado, los ojos quietos en la cara del otro, tenso por el esfuerzo, todo el cuerpo brilloso de sudor.</div>
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Cuando caía la tarde los dos se metían juntos en las duchas; desde afuera se escuchaban los chillidos del Laucha que se demoraba horas bajo el agua, cantando con los ojos cerrados, mientras el Vikingo se vestía y lo esperaba, tendido sobre uno de los bancos de madera sin respaldo, las manos en la nuca, dormitando hasta que el Laucha aparecía, la piel azulada, oliendo a jabón de coco y empezaba a vestirse, elegante y teatral, haciendo muecas frente al espejo empañado. Los dos salían a caminar por la ciudad en el atardecer, y la gente se paraba a mirarlos como si vinieran de otro mundo, el Laucha con su pinta de jockey pero vestido como un dandy, caminando al lado de ese gigante melancólico, de melena rojiza.</div>
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<br /></div>
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Terminaban siempre en los alrededores de la estación de trenes, sentados frente a una mesa, en la vereda del bar Rayo, bajo los árboles, tomando cerveza negra y respirando el aire suave del verano. Se pasaban las horas ahí, mientras crecía la noche, mirando el movimiento de la estación, adivinando la llegada de los trenes por el aluvión de gente que cruzaba junto a ellos. No hablaban, no hacían otra cosa que mirar la calle y tomar cerveza, tranquilos, como ausentes, hasta que al fin, sin que ninguno de los dos dijera nada, se levantaban y se iban, guiados por el Laucha que miraba atentamente a un lado y a otro antes de cruzar, caminando siempre un poco atrás del Vikingo, como si lo arreara entre los autos.</div>
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Así pasaron lo que quedaba del verano: cada vez más aislados, perfeccionando entre los dos el final secreto de la historia. Todos opinan que en ese tiempo el Laucha se quedaba a dormir en el Atenas. Incluso llegaron a verlos, una mañana durmiendo juntos, la cabeza del Laucha apoyada en el pecho del Vikingo que parecía acunar a una muñeca. De todos modos nadie previó o pudo saber lo que pasó esa noche: se vio luz en el club hasta la madrugada y alguien escuchó la voz aguda y suave, desafinada del Laucha cantando “El relicario”. Un viento espeso sopló toda la noche, arrastrando el olor a madera quemada del río. Pareció extraño que nadie saliera a abrir; la puerta estaba rota, como si el viento la hubiera desencajado, y del otro lado, en la temblorosa luz del amanecer que se filtraba por las ventanas, encontraron al Laucha agonizando, destrozado a golpes, y al Vikingo en el suelo, llorando y acariciándole la cabeza sucia de sangre y polvo. Todo el gimnasio vacío, el suave murmullo del viento entre las chapas y al fondo la figura encorvada del Vikingo abrazado al cuerpo del Laucha que tenía la cara destrozada y una sonrisa en su boquita de mujer, como una oscura señal de amor, de indolencia o de agradecimiento.</div>
4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-49923790613837636702016-11-29T23:20:00.001-03:002016-11-30T10:42:41.211-03:00Bichos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/--2TOVHoeZMo/WD43dlCrsnI/AAAAAAAAElw/F3YKg8hebx85tLE7FdulLYGzHgXYWRKxQCLcB/s1600/800px-Flies_around_60_watt_light_globe.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="425" src="https://3.bp.blogspot.com/--2TOVHoeZMo/WD43dlCrsnI/AAAAAAAAElw/F3YKg8hebx85tLE7FdulLYGzHgXYWRKxQCLcB/s640/800px-Flies_around_60_watt_light_globe.jpg" width="640" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Me gusta escuchar cómo cruje el tejido de la ventana cuando los insectos se golpean contra él, atraídos por la luz de mi cuarto. No hay viento, así que detecto con mayor nitidez el vuelo corto y el golpe en seco. Respiro, exhalo, inhalo; repito manualmente la operación y me pierdo en los sonidos del tejido nuevamente.</div>
<br />
<blockquote class="tr_bq">
-Sabemos ahora, que en los primeros años del siglo XX, nuestro planeta estaba siendo observado muy atentamente por inteligencias superiores a las del hombre, aunque también tan mortales como las nuestras. </blockquote>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Hace algunas semanas tuve una entrevista. Me sentí incómoda. No logré despegarme de la silla y hablé entrecortado. El chico de recursos humanos pasaba sus ojos sobre mis manos, continuaba en mi curriculum y terminaba sobre la taza de café en su mano. El cubículo se fue cerrando sobre nosotros hasta que sentí la asfixia de cada pregunta. Mis respuestas dubitativas se esfumaban por el conducto de aire. Sentí placer cuando indicó el cierre ceremonial al tomar de su carpeta un nuevo curriculum. Recién en ese instante pude inclinarme y adoptar una posición suelta. Desde esa mañana no recibí nuevos llamados, prácticamente dejé de insistir en la búsqueda. Me tomé un recreo. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La radio sigue. No la escucho, opto por la percusión del tejido poblándose de polillas, mosquitos, chinches, cascarudos: todas las especies. Me destapo y bebo un sorbo de agua. Me despeino el flequillo, recorro con vehemencia mi cabello y lo refriego contra mi cara, me sumerjo en él y lo huelo. </div>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
-Era la noche del 30 de octubre. La agencia de noticias Crossley estimó que unos treinta y dos millones de personas, en todo el país, tenían, en ese instante, conectada la radio. </blockquote>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Los golpes se pronuncian más. La luz pareciera irradiar algún tipo de sustancia seductora. Los bichos se están chocando como imbéciles contra el vidrio, ya traspasaron el tejido y lograron hacerle varias aberturas. El sonido se torna más grave y profundo. El repiqueteo perdió su naturaleza armónica. Me distraigo, pierdo de a poco la concentración y vuelven a inquietarme los pensamientos. Intento perderme en algún recuerdo placentero, alguna imagen que retenga. Viajo atrás, muy atrás y ya me llené de actividades. Tengo una lista mental de pendientes. Cierro los ojos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<blockquote class="tr_bq">
-Me encuentro, en este instante, en una gran sala semicircular totalmente oscura, y que llama la atención por su larga ranura en la bóveda del techo. A través de esta abertura puedo contemplar el cielo lleno de estrellas, cuyas luces se reflejan sobre el complejo mecanismo del enorme telescopio instalado aquí. </blockquote>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Pierdo la voluntad y la necesidad. Días atrás había perdido el apetito. Por inercia o como acto reflejo, cierro mis piernas. Están fruncidas, el short ajustándose a mis glúteos y humectándose con el sudor. Froto mi cola, que se expande contra los pliegues de la sábana; me dejo envolver por la sensación de la textura del acolchado rozando mis pies. Los bichos rajaron el vidrio de la ventana. La vanguardia emerge como una patrulla de control y se tumba contra la lámpara, da vueltas alrededor de ella. La idolatría y sus devotos va <i>in crescendo</i>, amontonándose en un crisol de colores que resplandecen ante mis ojos semicerrados. Mis manos se cierran contra mis pechos. Exploran mi remera vieja, holgada y llena de roturas. Una caricia con fuerza prueba el estado rígido de mis pezones y mis dedos caen en picada por mi short, cada vez más pequeño e insignificante metido entre mis nalgas. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los bichos invaden el cuarto y el ruido se vuelve imposible. Intento hacer algo, pienso un movimiento y cedo a hundirme en la dilatación de mis labios. Expandidos. Estoy lista, dispuesta a ser el alimento de una turba frenética de conducta patriarcal maligna, exacerbada y con erotismo básico. Empiezo a abrir mis piernas y las elevo. Apunto hacia la lámpara y oscilo mis pies como si fueran una carnada. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los bichos giran por la luz, pero algunos comienzan a impregnarse en mi piel, merodeando. Se posan unos segundos y retoman vuelo, después vuelven y me inspeccionan como un nuevo objeto. Siento sus patas pequeñas adhiriéndose a mí, metiéndose a través de mis poros. Elevo más mis piernas y las separo. El enjambre se pega a la crema que había aplicado sobre mi cuerpo. Una grieta que se prolonga desde mis piernas y se profundiza hasta mi cintura, colmándose de más criaturas. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El ruido enfermizo se vuelve un sedante que relaja mis músculos. Siento mi cuerpo flojo; la tensión se libera y es absorbida por la luz que se vuelve más fuerte, menos infectada de insectos. Mi piel se contamina de pisadas y patas viscosas múltiples, indescifrables. Podría responder con soltura cada pregunta de una entrevista en este momento, podría ser una candidata encantadora, inmaculada. Corro el pliegue del short que cubre mi sexo. La cadencia del enjambre se volvió atractivo. Me invade y con mis manos dejo que se expanda y se consuma junto a mi flujo. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-35919144532793174462016-10-24T13:40:00.000-03:002016-10-24T13:40:09.960-03:00Tía Ursulina, la pintura y yo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-yM6O70pEKQY/WA45MRqvk4I/AAAAAAAAEio/pUOXibz2Kt0fr2zrb9jTs7KiQ3_GgmeQwCLcB/s1600/E12_fernandodavis.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://4.bp.blogspot.com/-yM6O70pEKQY/WA45MRqvk4I/AAAAAAAAEio/pUOXibz2Kt0fr2zrb9jTs7KiQ3_GgmeQwCLcB/s400/E12_fernandodavis.png" width="383" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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<br /></div>
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Cinco años después de Jorge Julio, mi hermano mayor y cuatro años antes de Edgardo, nacía en Buenos Aires Alberto Tomás Greco (yo). Lo escribo así para darle un poco más de importancia y al mismo tiempo hacer el cuestionario menos aburrido.</div>
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<br /></div>
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Según comentario de algunos, soy hijo de Úrsula, mi adorada tía materna: pero no es cierto, porque en ese 14 de enero de 1931, mi tía Ursulina hace 2 años estaba en Tokio, junto con mi tío Matías, adonde habían ido en un principio para participar en un certamen de barriletes y luego se quedaron hasta el invierno del 33. De todas maneras puedo decir, porque tengo ganas y porque tengo ganas y porque me gusta la idea que soy hijo de mi tía Ursulina y no de Ana Victoria Disolina Ferraris como figura en el insoportable papel de la identificación. Al regresar tía Ursulina de Japón recuerdo que trajo infinidad de objetos fabulosos, pero que no me dejaron tocar por miedo a que los ensuciara; tampoco verlos, por miedo a que me entusiasmara con ellos. El regalo que venía con mi nombre tía Ursulina los trajo hasta el dormitorio (yo tenía entonces dos años o dos años y medio, o quizás ya tres). Estaba envuelto en un papel extraño entre color tostado y violeta. Por supuesto rompí inmediatamente el papel, ante la sonrisa de tía Ursulina, encontrando una jaula (creo que era de mimbre). El ave (imagino un faisán) estaba tan asustado como yo. “Ponéle un nombre y sean amigos”, dijo tía Ursulina.</div>
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<br /></div>
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Esa noche dormí con la jaula del faisán al lado de mi cama. Muerto de miedo. Francisco José –mi padre- entonces y hasta que se jubiló, trabajaba en el Banco de Italia. Yo no lo veía nunca, y los únicos regalos que me hacía eran unos lápices de tinta que robaba del banco y unas gomitas para paquetes que también las sacaba de allí.</div>
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<br /></div>
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Las horas de siesta que mis parientes utilizaban para morirse un poco, yo jugaba en el vestíbulo y en el patio grande con el faisán (no estoy seguir de que lo fuera) y con los lápices de tinta. Puedo decir, con un poco de remordimiento (un poco nada más), que no dejé una sola baldosa del patio sin garabatear. Cuando se les acababan las puntas a los lápices, yo mismo se las sacaba raspándolos contra la pared.</div>
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<br /></div>
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A todo esto, el faisán parecía divertirse conmigo. Luego que mi madre se despertaba a la siesta, tomaba mate en casa y yo chocolate con mucha leche para que no me diera urticaria.</div>
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<br /></div>
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Los rayos del sol daban a los garabatos del patio un cierto brillo plateado pero casi no se notaban. En esa casa, por lo tanto, no me decían nada, pero en los días de lluvia, al mojar el agua los dibujos, las paredes, las persianas y todas las baldosas se teñían de violeta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Al principio, el faisán no quería comer, como si tuviera pudor de hacerlo ante alguien, entonces yo me escondía en el dormitorio de mis padres y lo espiaba por las mirillas de las celosías. Pero luego fue tomándome confianza, andando detrás de mí por toda la casa (que era enorme), por los patios y por los dormitorios.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Un día, también a la hora de la siesta, él solo, sin mi autorización, decidió adelantarse y subir por la escalera del fondo que llevaba al altillo. Entonces yo fui un poco él mismo y lo seguí callado, en señal de complicidad, tratando como él había hecho conmigo, de que me sintiera acompañado en su curiosidad. Antes de llegar a la parte más alta de la escalera, que daba vuelta hacia una especie de balcón, me caí. Rodé. Sólo recuerdo el susto del faisán y el revolotear de sus alas, como intentando volar hacía mí, para salvarme. Por supuesto, pasé largos meses en cama. Perdí el habla y Jorge Julio sentía cierto placer en llamarme “el mudito” y traer a casa amigos para que me vieran. Creyeron que nunca más iba a hablar, pero no me despertaba la idea; al contrario, me gustaba.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Me hacían hacer extraños ejercicios, poniéndome botones bajo la lengua. No volví a ver al faisán; supe que tía Ursulina se lo había llevado a su casa de campo. Pero sin la jaula de mimbre, que quedó colgada en la cocina.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Más tarde, mi madre, con otras tías creyendo que yo no lo recordaba ni me importaba, comentó que el faisán había sido muerto a picotazos por dos gallos que habían logrado saltar el gallinero, allá, en el campo.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En esa época, ya no me interesaban los lápices de tinta que traía mi padre del Banco. Había descubierto algo mejor: los colores. Quizás, porque me recordaban al faisán.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pintaba sobre cualquier papel pasando de los dedos mojados en saliva sobre esos redondeles de acuarela pegados sobre cartulina blanca con forma de paleta de pintor.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pintaba todo el tiempo con los dedos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Eran manchas muy raras. Jorge Julio insistía en que yo explicara el sentido de esas manchas de colores, qué querían decir, por qué las había hecho. En qué pensaba cunado las estaba haciendo. Quería a toda costa un explicación. Pero nunca supe que responderle, deseando continuar mudo toda mi vida para no tener que dar explicaciones nunca. Y también sordo, para no oírlas.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Alberto Greco</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Publicado originalmente como respuesta a un cuestionario del fotógrafo Saamer Makarius que preparaba un libro sobre pintores argentinos que nunca vio la luz. En 1961, Greco lo leyó durante una sesión de la SAAP (Sociedad Argentina de Artistas Argentinos). </b></div>
4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-71522300952680622802016-09-12T20:58:00.001-03:002016-09-12T20:58:43.009-03:00Siesta<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/--BTcn4MDA3U/V9dBCqPm3AI/AAAAAAAAEiQ/b-VZGb0oOUQGwNepFkl9N6enFFHmIzUUgCLcB/s1600/5479ac9f98131.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://2.bp.blogspot.com/--BTcn4MDA3U/V9dBCqPm3AI/AAAAAAAAEiQ/b-VZGb0oOUQGwNepFkl9N6enFFHmIzUUgCLcB/s320/5479ac9f98131.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
Taparse con la sábana hasta la cabeza y sentir un campo magnético cubriendo tu cuerpo<br />
volviéndote invisible a los monstruos, impenetrable a los miedos.<br />
Mis miedos, que se escurren como sudor por mis pies descalzos.4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-35173557300704053372016-07-28T16:59:00.000-03:002016-07-28T17:03:20.784-03:00Parque industrialMe dijeron que le preguntara a Zurita y una tarde lo hice.<br />
<br />
El predio abandonado seguía ahí.<br />
Un cartel apenas legible: parque industrial.<br />
El óxido se desangraba sobre el relieve de las letras<br />
que a su vez formaban otra capa sobre la chapa,<br />
era como un efecto de photoshop entre bollos y piedrazos.<br />
<br />
A veces pasaban caballos, lagartos, teros y humanos.<br />
Entre la basura seguía creciendo el pastizal,<br />
algún árbol considerable que terminaría en un proyecto,<br />
en un posible ascenso de la naturaleza sobre la planicie de la ruta.<br />
<br />
Zurita nunca me respondió. Estaba fumando en la parada bajo el puente.<br />
Nunca alcanzó a escucharme. No tenía vocación para eso.<br />
Pitaba y miraba el humo que emergía de una parrilla.<br />
<br />
Ese verano la brigada contra incendios no paró de putear fuegos controlados.4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-80024777134921761902016-03-10T18:18:00.001-03:002016-03-10T18:18:23.992-03:00Ambush BugDeadpool dejó su marca. Confío en cierto cierre anticipado al éxtasis de transposiciones a modo franquicia de la industria Marvel (que tiene décadas aseguradas de inversión y desarrollo). Acá una deformidad del género, un pequeño abrazo a Ambush Bug y los hoyos negros en los comics de héroes y anti héroes, mutantes malos, buenos y marginales.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-IYS-2Vts52w/VuHkFHQjqdI/AAAAAAAAEf8/LItsXp6cWZQ/s1600/img080.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="160" src="https://2.bp.blogspot.com/-IYS-2Vts52w/VuHkFHQjqdI/AAAAAAAAEf8/LItsXp6cWZQ/s320/img080.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-BQx_CygrAQ0/VuHkFPWHf_I/AAAAAAAAEgA/tv4BkfNiVk8/s1600/img081.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="155" src="https://1.bp.blogspot.com/-BQx_CygrAQ0/VuHkFPWHf_I/AAAAAAAAEgA/tv4BkfNiVk8/s320/img081.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-5UNIV4FxoVs/VuHkFJY7zVI/AAAAAAAAEf4/S7rRNMRIBl0/s1600/img082.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="233" src="https://1.bp.blogspot.com/-5UNIV4FxoVs/VuHkFJY7zVI/AAAAAAAAEf4/S7rRNMRIBl0/s320/img082.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-nt4MF8M_CE4/VuHkFyGBfBI/AAAAAAAAEgE/1L66cdHql54/s1600/img083.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://2.bp.blogspot.com/-nt4MF8M_CE4/VuHkFyGBfBI/AAAAAAAAEgE/1L66cdHql54/s320/img083.jpg" width="205" /></a></div>
<br />4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-11319758188483067062015-09-14T16:29:00.000-03:002015-09-14T21:00:33.177-03:00Mitre<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-Mx8ZdT_RQp0/VfdfkErpV5I/AAAAAAAAEW8/bykfq4iMlko/s1600/Crucesita_Av_Mitre_al_2200.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="480" src="http://3.bp.blogspot.com/-Mx8ZdT_RQp0/VfdfkErpV5I/AAAAAAAAEW8/bykfq4iMlko/s640/Crucesita_Av_Mitre_al_2200.JPG" width="640" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Las gomas de auto que explotan como pochoclo, estranguladas sobre las caderas de los palos borrachos. Robustos, punzantes. Consumen los cordones y el pavimento. Beben del calor del pasto sobre una avenida. Una avenida derretida, bacheada.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Manoseada por peatones y automovilistas. Bañada por ilusiones ópticas, sangre y el hedor de la noche.</div>
4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-31879378373798850782015-05-13T13:46:00.001-03:002015-05-13T13:47:09.205-03:00Actitud!!!<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-gcadk38WfNs/VVN_q9HptxI/AAAAAAAAETw/kXy1yD-fk0k/s1600/1431383071_2015-mc-una-martin-sastre-01.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://4.bp.blogspot.com/-gcadk38WfNs/VVN_q9HptxI/AAAAAAAAETw/kXy1yD-fk0k/s400/1431383071_2015-mc-una-martin-sastre-01.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
<br />
Resulta saludable volver sobre un tema que Martín Sastre planteó con humor y algún grado de funcionalidad, en apariencia, años atrás. <a href="http://www.martinsastre.com/foundation/" target="_blank">"Adopte un Artista Latino"</a>, una red de trata de artistas menos precarizada, menos elegante que el mecenazgo. Un poco el debate sobre la cuestión regresa con este libro, un "Manual para artistas emergentes", tras preguntarse:<br />
<br />
¿Qué es ser Artista Emergente?<br />
¿Cómo y cuándo comencé a serlo?<br />
¿Cómo entro al carrusel Galería, Bienal, Museo, Galería, Bienal, Museo?<br />
¿Qué es el derecho de piso y cuánto cuesta?<br />
¿Hasta dónde debo intimar con un coleccionista?<br />
¿Puedo tener pareja y ser artista de éxito mundial?<br />
¿Esa curadora tan famosa es en realidad agente de la CIA?<br />
¿Puedo ser parte del Lobby Gay siendo heterosexual?<br />
¿De qué debo Emerger?<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-RPIWe6-ceW0/VVN-XZqiRKI/AAAAAAAAETM/1R-dXoQUStg/s1600/1%2Bcopy.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://1.bp.blogspot.com/-RPIWe6-ceW0/VVN-XZqiRKI/AAAAAAAAETM/1R-dXoQUStg/s400/1%2Bcopy.jpg" width="290" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-xYbU9xWZOg4/VVN-XShkJ6I/AAAAAAAAETI/-E5_nRQprmo/s1600/2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://2.bp.blogspot.com/-xYbU9xWZOg4/VVN-XShkJ6I/AAAAAAAAETI/-E5_nRQprmo/s400/2.jpg" width="290" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-Sb19nmCHt68/VVN-XcYP6YI/AAAAAAAAETQ/Uld2lStYInE/s1600/3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://1.bp.blogspot.com/-Sb19nmCHt68/VVN-XcYP6YI/AAAAAAAAETQ/Uld2lStYInE/s400/3.jpg" width="290" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-dH4CBqGtBA8/VVN-YEFIloI/AAAAAAAAETU/HAOv5Gb4xr8/s1600/4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://3.bp.blogspot.com/-dH4CBqGtBA8/VVN-YEFIloI/AAAAAAAAETU/HAOv5Gb4xr8/s400/4.jpg" width="290" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-eG4BBL5QltQ/VVN-YWa1erI/AAAAAAAAETY/nStxmSW6Jr4/s1600/5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://4.bp.blogspot.com/-eG4BBL5QltQ/VVN-YWa1erI/AAAAAAAAETY/nStxmSW6Jr4/s400/5.jpg" width="290" /></a></div>
<br />4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-70758803511131691302015-05-04T22:27:00.000-03:002015-05-04T22:31:38.235-03:00Vote DES-LIMITES (Fragmentos de un discurso panfletario)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-bG-Rv6nO1G8/VUgcSyoBbZI/AAAAAAAAESg/2g9YVJriqEM/s1600/1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="480" src="http://4.bp.blogspot.com/-bG-Rv6nO1G8/VUgcSyoBbZI/AAAAAAAAESg/2g9YVJriqEM/s640/1.jpg" width="640" /></a></div>
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span>
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></b>
<b><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Por Daniel Link</span></b><br />
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Jorge Luis Borges, que siempre sospechó de las ideas sencillas, hubiera amado, sin embargo, ésta. </span><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">DesLímites, como un aleph borgeano, es el nombre de una utopía en la que todo cabe: la pampa, el Río </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">de la Plata, los inmigrantes italianos que cambiaron la forma de hablar en Buenos Aires, los inmigrantes </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">peruanos y bolivianos que piensan que en este país arruinado por la historia pueden, a pesar de todo, </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">empezar una nueva vida, los proyectos de los grandes inversionistas, los sueños de las personas que sólo </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">gustan de caminar de noche por la ciudad, el arte, el deporte, la política, la ciudad de Buenos Aires, la </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">provincia de Buenos Aires, en fin, la vida entera. </span><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Porque DesLímites no es solo un proyecto para limpiar el Riachuelo. Tampoco es un proyecto urbanístico de </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">esos que los estudiantes e investigadores de las facultades de Arquitectura perpetran para calmar las malas </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">conciencias de los administradores del espacio público. DesLímites es un estilo de vida, una utopía política, </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">el nombre (¿puede haber una idea más hermosa que des-limitar?) de la felicidad futura.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Y es tan sencilla la idea de DesLímites que no se entiende cómo alguien no la entiende y no entiende su </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">necesidad. Hay en el centro del gigantesco conglomerado urbano en el que se ha convertido Buenos Aires (</span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">que va desde La Plata hasta Tigre, en la costa, y hasta Pilar y General Rodríguez, hacia el oeste)</span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">unas 10.000 hectáreas abandonadas y listas para ser utilizadas en la transformación (política, cultural, </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">estética) que la Argentina necesita si no quiere desaparecer del concierto de naciones favorecidas por la </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">mano de Dios. La cuenca del Riachuelo-Matanzas (que DesLímites elegantemente denomina El Valle del </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">Riachuelo-Matanzas) ocupa el centro de ese conglomerado, atravesado por uno de los ríos más degradados </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">del mundo, el Riachuelo. Como resto de escritura (como trazo de tinta sobre un mapa), DesLímites propone </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">recuperar ese valle y transformarlo en lo que realmente es, el centro de Buenos Aires, un eje simbólico de </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">articulación de la vida económica y cultural. El Valle del Riachuelo-Matanzas liga el campo y el agua, los </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">puertos de ultramar y el aeropuerto internacional, los barrios y el centro, la provincia y la ciudad, los </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">negocios y la vida cotidiana, las reservas ecológicas urbanas, los bosques y las fábricas, el pasado con el </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">futuro, lo útil y lo bello (no hay que perder de vista que DesLímites reinvindica sobre todo una idea de </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">belleza: por eso incluye en su programa todo el arte actual), el amor y el deseo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Nadie podría discutir la necesidad de un transporte público eficiente (digamos: un tren) que una el centro </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">comercial de Buenos Aires con su aeropuerto internacional. Nadie podría objetar la necesidad de apartar de </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">uno de los mayores conglomerados urbanos del mundo las industrias petroquímicas que ponen en peligro la </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">vida de sus habitantes. Ninguna persona en su sano juicio podría ignorar los beneficios que implicaría la </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">recuperación del Riachuelo como vía de transporte y como espacio de recreo. Precisamente, DesLímites es </span><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">un proyecto juicioso (siendo, como es, por otra parte, un proyecto desquiciado) y por eso es un proyecto </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">irrefutable, en su totalidad y en cada una de sus partes.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Si alguien no lo ve así es por necedad política, rencor histórico o ceguera ante la escala del proyecto. </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">Porque si DesLímites es un proyecto desquiciado es por su escala, de tal envergadura que pueden llegar a no </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">verse sus alcances y sus consecuencias, y porque no hay manera desectorizar (a diferencia del resto de </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">transformaciones urbanas que hemos sufrido en los últimos años). DesLímites es un proyecto total: por eso </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">es un estilo de vida y, hay que agregar, un estilo de vida mejor: el mejor estilo de vida.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">El valle del Riachuelo-Matanzas imaginado por DesLímites beneficiará a la provincia de Buenos Aires, a la </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">ciudad de Buenos Aires, a los criollos viejos y a los nuevos inmigrantes, a los ricos y a los pobres, a los </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">amantes del deporte y a los aficionados al arte, a los empresarios, a los políticos y a los trabajadores, a los </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">niños y a los que gustan de las flaneries urbanas. Si alguien no lo ve así es por necedad política, rencor </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">histórico o incapacidad de amar. De todos modos, estamos dispuestos a escucharlos: que alguien formule </span><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">una intervención pública mejor que DesLímites y será considerada. Mientras tanto, DesLímites es el nombre </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">del futuro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Por eso a Borges (y también a Sarmiento, y también a Rodolfo Walsh, por diferentes razones) les hubiera </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">encantado trabajar para DesLímites: se trata de fundar un mundo, con la certeza de que ese mundo será </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">diferente (Borges), mejor (Walsh) y definitivo (Sarmiento).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><b>Fundación PROA, 1999</b></span></div>
4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-36941094147027006732015-04-14T09:27:00.000-03:002015-04-14T23:16:16.130-03:00She's badHace mucho que no veía una composición visual y argumentativa tan bien lograda como en el video del francés Juan de Guillebon (a.k.a. DyE) del tema "She's bad".<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='420' height='366' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dykdUtM_RleYEcvTaqqzzyaaR3DhegNFI2oobc9H5E5-v2jZktMcC8LVeABE4PDkl1E5UnPIil2whg' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
<br />4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-16588349258423108992015-03-30T09:36:00.000-03:002015-07-31T11:16:25.585-03:00RadioterapiaMenos ionizante que la radioterapia pero con poderes al fin, este espacio que denominé "Crítica cultural" -con cierto humor y vanidad, por qué no- es donde estaré actualizando los audios de la columna de cultura que hago en el programa TKn Radial en FM La Tecno 88.3.<br />
<br />
<iframe allowtransparency="allowtransparency" frameborder="0" height="350" scrolling="no" src="//embeds.audioboom.com/publishing/playlist/v4?bg_fill_col=%23ecefef&boo_content_type=playlist&data_for_content_type=1286355-critica-cultural&image_option=small&link_color=%2358d1eb&player_theme=light&src=https%3A%2F%2Fapi.audioboom.com%2Fplaylists%2F1286355-critica-cultural" style="background-color: transparent; display: block; max-width: 700px;" title="audioBoom player" width="100%"></iframe>4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-41657684265944221122015-01-07T15:30:00.000-03:002015-01-07T15:30:56.583-03:00El patriarcado vaquero del futuro<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-adaYtzYtlyg/VK17DIk7zbI/AAAAAAAAEGU/sDAbsrjDPxc/s1600/13897-1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-adaYtzYtlyg/VK17DIk7zbI/AAAAAAAAEGU/sDAbsrjDPxc/s1600/13897-1.jpg" height="360" width="640" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Haber cursado recientemente una materia llamada “Arte, estado y política” que proponía en su currícula el análisis de la propaganda del New Deal, y en mi caso específico, un parcial sobre Pare Lorentz y la política de Estado de Franklin D. Roosevelt, me permite sentir que cierta basura audiovisual tiene sentido para causas futuras. O bien, para películas de un futuro (obviamente apocalíptico) crudo. Escaso de agua. Contextualizo en base a lo que escribí en instancias académicas sobre esta referencia inicial:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
“En tanto, el realizador Pare Lorentz filmó en el marco de una gran ola de producción fotográfica y literaria que buscaba sentar las asperezas de la depresión de los 30's con la “pérdida” como uno de sus tópicos narrativos de protesta social. “La continuidad de pérdida de tierra y agua se destacó por la devolución de las Grandes Llanuras en tormentas de arena”, remarca Terry Cooney, refiriendo al típico lamento ante el desperdicio de la mayor riqueza del continente americano: las tierras agrícolas. Roosvelt convocó al cineasta durante el primer New Deal para su programa de la FSA. Allí realiza “El arado que labró las llanuras” (1936), un proyecto documental que líricamente expone las tormentas de arena -Dust Bowl- que arrasaron y erosionaron el suelo de la zona central de Estados Unidos en la década del 30. A través de la composición de imágenes envueltas por la desolación, el sol y el viento, una voz en off sitúa al espectador desde el prólogo, declamando que “este es un registro de la tierra…”, un documental dotado de verosimilitud del contexto histórico que representa, potenciado por su realismo visual. Dividido en ocho capítulos, repasa visualmente los diferentes estadíos del territorio que va desde la frontera con Canadá hasta Texas. El recorrido de las imágenes, apoyado por la narración, exhibe tierras inicialmente cubiertas por pasto que luego se convertirían en el “paraíso del ganado”, permitiendo la llegada del ferrocarril a las Grandes Llanuras. A su vez, eso dio paso a la llegada de nuevas poblaciones de colonos “que harían el arado a su propio riesgo”, enfrentando las épocas de sequía. La llegada de la Primera Guerra Mundial fue para los colonos una panacea: la exportación masiva de trigo a los países aliados fue una nueva esperanza que dio trabajo y nueva maquinaria, bajo el lema de que “El mundo era nuestro mercado”. Sin embargo, hacia 1933 las tierras volvieron a ser las iniciales, cubiertas por pasto. La devastación llegó con la peor sequía de la tierra, y Lorentz documentó la miseria de los colonos desprovistos de esperanzas. Las Grandes Llanuras, con el viento y el sol como protagonistas, fueron testigos de uno de los “capítulos más trágicos de la agricultura estadounidense”. Como señala Cooney, esta propaganda auspiciada por el New Deal también respondía a la acción estatal a través del programa CCC, que dio trabajo a los “parados” con la creación de un manto conservacionista, plantando árboles como protección contra el viento de los llanos. La propaganda en “El arado…” educaba a la población sobre el uso consciente, equilibrado y racional de la tierra, elogiando los planes de la administración Roosevelt para mejorar la situación de los agrícolas”.</blockquote>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b><a href="http://www.imdb.com/title/tt2693664/" target="_blank">“Young ones”</a></b></span> –y no “The young ones”, que fue una serie británica de los 80’s- dispone un western situado en un futuro no tan lejano, con ciertas referencias tecnológicas que si bien puede que nunca se realicen –véase la nota <b><span style="color: #cc0000;"><a href="http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-10291-2015-01-04.html" target="_blank">“Volver del futuro”</a></span></b>- nos demuestran que efectivamente no están en el 2015. Ernest Holm es el pilar del patriarcado, con su rifle montado sobre la camisa llena de tierra seca y una mirada Clint Eastwood aún verde, sin el componente cautivante. Un hombre rústico, con una obstinación dañina que hasta se torna optimista, y eso trata de inspirar a sus hijos, Jerome y Mary. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Durante la película la sensación que abunda y que su director Jake Paltrow transmite hasta erosionar la vista del espectador, es la sequía. También la sed. Esa última, es el culo de la cuestión, donde centralizará su atención por el ansia de venganza, un motivo recurrente en materia de westerns. Pero esencialmente del espectador, que prácticamente esperará eso hasta el final, depositando el voto en las manos de quizás el único que pueda hacerlo: Jerome.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La película, como el documental de Lorentz, está divida en capítulos. Cada uno propone de manea lineal seguir la película centrada en alguno de sus protagonistas. Tienen su turno el inmutable Ernest Holm así como Jerome y el novio de Mary, Flem Lever. Los personajes miran ese desierto distópico del mismo modo que podría hacerlo Mad Max, por las mismas razones pero con menos locura y violencia. Las ambiciones son el punto de diversidad, así como la sensibilidad en esa ciencia ficción a veces pasteurizada por el olor a tierra seca, repleta de Dust Bowl. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La dureza del suelo, el polvo recorriendo el escenario. Robots que parecen salir de chatarreros de Jawas de Star Wars, que apenas tienen alguna mejoría respecto a un animal de carga: la caja negra. “Young ones” no se esmera por demostrar innovaciones tecnológicas, avances científicos, médicos ni de ningún tipo. Simplemente se entierra en una cuestión que forma parte del futuro mundial como lo es la sequía pero que, sin hacer grandes hallazgos, algo que en los 30’s Lorentz ya había trabajado visualmente con el mismo fin sensibilizador: la aspereza desintegradora. Esto es un western para ser visto en tiempos en los que el petróleo sigue siendo el recurso no renovable más importante. Es una historia que no posee amor. Sólo admiración, legado, rivalidad, propiedades privadas, tierras fértiles llenas de grietas por la sequía y venganzas. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Gente linda, elegantemente sucia con polvo. Algo que puede sustraerse y quitarse con alguna mejora de conductos y canales de agua estatales. Una belleza de ojos claros y cabellos rubios Ingalls con el mismo vestuario de ocasión. Con el antes y el después del crecimiento agrícola revestido en camisas nuevas, cuerpos limpios entre la cosecha de trigo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tal vez me haya atraído la representación de esas tierras, ese comercio de trueque que va de alcohol, alimentos a bebés, esos personajes white trash depositados en una tierra sin mucho para dar más que alguna esperanza, alguna distracción como hacer dibujos en la soledad, retratar a alguna chica con la oreja sobresaliendo del cabello lacio y oscuro; apuestas con palomas pintadas a mano; reuniones en una pileta de cemento vacía y noches oscuras y cálidas. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No hay grandes hallazgos, sólo pequeñas grandes escenas encerradas en capítulos. Una mezcla de sabores y referencias fílmicas, y un paisaje cautivante. Ascensos económicos y sociales quedan también como anécdotas, así como Mary lavando los platos con tierra seca. O como dos hombres deshidratados y sin fuerzas para moverse, en una larga tensión entre rocas y un paraje que podría ser el planeta de Tatooine, toman whisky hasta bañarse con él y lanzártelo en tu cara como una escupida mezclada con sangre y olor a tabaco.</div>
4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7811792.post-32880087348729727602014-10-08T19:22:00.000-03:002014-10-08T19:23:06.847-03:00Comic strip<b><span style="color: #990000; font-size: large;">"Mutant monster beach party"</span></b><br />
<br />
Comic ilustrado con fotos del género ciencia ficción <i>fumetti</i> realizado por John Holmstrom en 1978.<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-gsNm-VKf4aw/VDW4BefHDsI/AAAAAAAAEEs/84NL9E4Ntcs/s1600/mutant%2Bmonster%2Bbeach%2Bparty%2Bpunk%2Bjoey%2Bramone%2Bdeborah%2Bharry-21-1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-gsNm-VKf4aw/VDW4BefHDsI/AAAAAAAAEEs/84NL9E4Ntcs/s1600/mutant%2Bmonster%2Bbeach%2Bparty%2Bpunk%2Bjoey%2Bramone%2Bdeborah%2Bharry-21-1.jpg" height="212" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-LUQXb-ceyk8/VDW4DSToLOI/AAAAAAAAEE0/ktGw-yf7fDE/s1600/mutant%2Bmonster%2Bbeach%2Bparty%2Bpunk%2Bjoey%2Bramone%2Bdeborah%2Bharry-22.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-LUQXb-ceyk8/VDW4DSToLOI/AAAAAAAAEE0/ktGw-yf7fDE/s1600/mutant%2Bmonster%2Bbeach%2Bparty%2Bpunk%2Bjoey%2Bramone%2Bdeborah%2Bharry-22.jpg" height="272" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-8RrYj0r_7BM/VDW4DW3tTQI/AAAAAAAAEE4/UnlmwgkCZZg/s1600/mutant%2Bmonster%2Bbeach%2Bparty%2Bpunk%2Bjoey%2Bramone%2Bdeborah%2Bharry-23.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-8RrYj0r_7BM/VDW4DW3tTQI/AAAAAAAAEE4/UnlmwgkCZZg/s1600/mutant%2Bmonster%2Bbeach%2Bparty%2Bpunk%2Bjoey%2Bramone%2Bdeborah%2Bharry-23.jpg" height="268" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-WX7fikcKFvY/VDW4Fboyx-I/AAAAAAAAEFE/CE7YK5-JPJM/s1600/mutant%2Bmonster%2Bbeach%2Bparty%2Bpunk%2Bjoey%2Bramone%2Bdeborah%2Bharry-24.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-WX7fikcKFvY/VDW4Fboyx-I/AAAAAAAAEFE/CE7YK5-JPJM/s1600/mutant%2Bmonster%2Bbeach%2Bparty%2Bpunk%2Bjoey%2Bramone%2Bdeborah%2Bharry-24.jpg" height="216" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-G-ju3Cig8aw/VDW4hxFXRmI/AAAAAAAAEFM/a8z8jQdYE7g/s1600/mutant%2Bmonster%2Bbeach%2Bparty%2Bpunk%2Bjoey%2Bramone%2Bdeborah%2Bharry-90.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-G-ju3Cig8aw/VDW4hxFXRmI/AAAAAAAAEFM/a8z8jQdYE7g/s1600/mutant%2Bmonster%2Bbeach%2Bparty%2Bpunk%2Bjoey%2Bramone%2Bdeborah%2Bharry-90.jpg" height="277" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-1dH3gq1gvU0/VDW4m34goaI/AAAAAAAAEFo/7mwX0t2UQBc/s1600/mutant%2Bmonster%2Bbeach%2Bparty%2Bpunk%2Bjoey%2Bramone%2Bdeborah%2Bharry-91.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-1dH3gq1gvU0/VDW4m34goaI/AAAAAAAAEFo/7mwX0t2UQBc/s1600/mutant%2Bmonster%2Bbeach%2Bparty%2Bpunk%2Bjoey%2Bramone%2Bdeborah%2Bharry-91.jpg" height="400" width="293" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-8qv9vemjaCo/VDW4iMKNLgI/AAAAAAAAEFQ/heY93eF_ihk/s1600/mutant%2Bmonster%2Bbeach%2Bparty%2Bpunk%2Bjoey%2Bramone%2Bdeborah%2Bharry-92.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-8qv9vemjaCo/VDW4iMKNLgI/AAAAAAAAEFQ/heY93eF_ihk/s1600/mutant%2Bmonster%2Bbeach%2Bparty%2Bpunk%2Bjoey%2Bramone%2Bdeborah%2Bharry-92.jpg" height="177" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-Bbnulm7MA_4/VDW4jNqGCVI/AAAAAAAAEFc/D2OPyYrew-c/s1600/mutant%2Bmonster%2Bbeach%2Bparty%2Bpunk%2Bjoey%2Bramone%2Bdeborah%2Bharry-93.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-Bbnulm7MA_4/VDW4jNqGCVI/AAAAAAAAEFc/D2OPyYrew-c/s1600/mutant%2Bmonster%2Bbeach%2Bparty%2Bpunk%2Bjoey%2Bramone%2Bdeborah%2Bharry-93.jpg" height="176" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-rR1yAEBuZWk/VDW4mzeHBgI/AAAAAAAAEFk/J5-OMUn5WZM/s1600/mutant%2Bmonster%2Bbeach%2Bparty%2Bpunk%2Bjoey%2Bramone%2Bdeborah%2Bharry-94.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-rR1yAEBuZWk/VDW4mzeHBgI/AAAAAAAAEFk/J5-OMUn5WZM/s1600/mutant%2Bmonster%2Bbeach%2Bparty%2Bpunk%2Bjoey%2Bramone%2Bdeborah%2Bharry-94.jpg" height="176" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<br />4cigarrasyunamantisreligiosahttp://www.blogger.com/profile/11010044805662361013noreply@blogger.com0