Sentir, sentir, sentir, sentir
y si el sentido se ha ido
no queda más que sentir, sentir, sentir...
Ay si pudiera salir
de mi cuerpo
y hundirme en el afuera
inexistente.
Ay si pudiera parar
de rebotar por mi interior
hecho pelota.
Sentir, sentir, sentir, sentir
y si el sentido se ha ido
no queda más que sentir, sentir, sentir...
de Roberto Jacoby.
Musicalizado por Pablo Dacal -y otros señores más- acá:
Contradicción. Me encanta. Pero me pone un poco triste.(Qué buena foto)
ResponderBorrarTiene unas notas medio babasónicas...? Por eso me pone triste...Ups.
ResponderBorrarEs Jacoby joven. Muy pintón, y la foto es genial. Sale del libro que publicaron hace poco, "El deseo nace del derrumbe", libro impresionante.
ResponderBorrarEl tema a mí también me recuerda mucho a Babasónicos, un dejo a Jessico, es muy bonito. Lo mejor de Dacal que escuché en sus últimos tiempos. Supongo que eso me atrajo y me llevó a ponerlo acá.
Es triste, pero conmovedoramente triste, tirando para el buen sentido.
Estuve urgando tu myspace. Miles de cosas que no conozco. Espero sugerencias. Ah!!! Tengo que bajar lo que me dijiste ayer!
ResponderBorrarMi myspace no es música, ese disco que puse ahí, definitivamente no es música. Pero intercambiemos sugerencias, quiero!
ResponderBorrarsiento... morriña...!
ResponderBorrarel cristo rojo?
ResponderBorraryamila
Fijman? Me acuerdo cómo habías entonado con ese documental, con el misticismo de Jacobo. Pero este es Jacoby, el de las letras de Virus, el que fuimos a ver una cierta vez en San Telmo en Appetite, donde exponía parte de sus letras y poesías, la mayoría de letras de Virus y otras de Leo García, creo.
ResponderBorrarVirus, una de las cosas más bellas sucedidas en este territorio por lo que te estaré siempre agradecido por el contagio efusivo.
Vos seguís siendo el Cristo rojo.
Besotes!
jajaja que boba me confundí justamente estoy escuchando virus estos días... saludos desde el mar
ResponderBorraryamila
Igual te entendí, pequeña montañesa. Debe ser el efecto de tanta sal y agua marina, mepa. Y el solcito de verano marazulense.
ResponderBorrarYo leí el comentario y a raíz de que me nombraron hace un rato el Hotel Savoy, me fui al Virus, sin escalas de por medio.
Mandale un beso grande al mar, y otro más grande a vos.