En el desborde de calor, ansiedad y toda clase de fenómenos sintomáticos que pueden acontecer una madrugrada de insomnio, no hay mejor elixir que una pluma a estrenar en su completa grandilocuencia y con ella recuperar el pasado de la infancia e internarse en la marea de la ficción. Se agradece sin dudas el presente del querido hermano Fran.
En-can-to-me!
ResponderBorrarGra-cie-las!
ResponderBorrarMírela usted a Ticias comentando, no la tenía eh!
opa! todo eso venía adentro?
ResponderBorrarpero qué reteque fantástico, che
Mucha calidad!
ResponderBorrarHay un personaje muy parecido a Morrisey. Muy bueno, Jan. Saludos!