Mi nombre es Grace Mendoza.
Vivo cerca de una avenida en Syracuse
en un apartamento sucio y pequeño
con las luces de neón invadiendo mis ojos.
Cada noche cojo el mismo vinilo de Donna Summer,
repito Siento amor y me masturbo mientras suena.
Froto mi clítoris fuerte hasta que sangro
y pienso en las pollas que podrían fregarse contra mi rostro;
mi hambre es inmensa, pienso mientras toco mis pechos.
Me froto más fuerte con mi mano izquierda
y me siento la reina de las discos.
Pienso en tu coño, Jeannie.
Pienso en el mío también.
Pienso en ambos adhiriéndose en el espesor de la noche.
Juntas teniendo sexo en el escenario de un club homosexual.
Acabo y grito hasta que el vecino de piso golpea.
No le abro y le grito como una pantera mientras él repite:
-Negra, deja de joder. Hazte follar por uno de los tuyos.
Y me masturbo más fuerte –ya me verás arriba, bien arriba, Jeannie-
mientras sangro la última gota de mi coño con el último beat,
el último sonido del sintetizador rociado por las luces de neón.
Traducción de María del Carmen Salcedo
oohhhhhhh
ResponderBorrarun comentario onomatopéyico
algo iba a decir....pero con los labios de paz tyche se me olvidó...
ResponderBorrarPD: es brillante para mí, eso iba a decir supongo
Oohhhhhhh es un orgasmo afroamericano pastichero, no?
ResponderBorrarGracias Cristina, lo de brillante me excede. Los herpes me dan terror, más ahora que se viene el verano.
Besos!
Muy bueno, realmente muy bueno.
ResponderBorrarUn coño decididamente bueno.