La gota naciente
el sabor de la vid
Esta noche, de velas junto al cuerpo
beber hasta no poder retener más
Hasta nadar en las carnes bravas
con la fe de hallar la orilla
Y aquel país inocente del que me hablaste
Allí, sí podré caminar sin el temblor en mi vista.
hay cierto aire ungaretiano pero mas epico
ResponderBorrarme gusta
se lo extrañaba
chihi
besos
Ungaretti sabe inspirar a los apatriados y sabe del desarraigo más que muchos.
ResponderBorrarEspero una pronta visita al nuevo espacio, que tuvo remodelación, restauración en algunos sitios e incorporación de servicio de cathering (sólo para los abonados o socios vitalicios).
Abrazo.