Rotación del mundo; el sol.
Un sol
A través del que giran nuestros ojos en plena estática
y eterna contemplación.
Un mundo exterior, al que nunca hemos salido,
si bien hay gente que jamás lo ha intentado.
Y el ciclo de la luna, los siete días de la creación
y la magnífica ovulación creciente.
La historia nunca me tendrá en cuenta, en ninguna materia,
pero yo sí la tendré en cuenta.
En combate arduo, fatigoso y detallado, día a día.
Hasta perder el rumbo de la rotación.
Perder los siete días de gestación.
Olvidar a esa mujer.
Caminar descalzo por un mundo exterior,
tan exterior,
que ya no reconoceré a mis pies al caminar sobre él.
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