El niño estaba sentado en los adoquines
daba aires de elegancia
fumaba el cigarro como un caballero
bocanadas de maduro y voz ronca
Pidió entusiasmo, alcohol y mujeres.
Perdió los estribos en algún momento,
cuando terminó de cantar junto a las grullas.
Dos padres se le acercaron
y convidaron de palizas al mocoso.
Se fumaron a mitades el cigarro,
pero no tan elegantemente como hacía el niño.
Ja!! me recuerda a alguien ese niño.....esa necesidad de lujuria viciosa.....aunque nunca se dejaria quitar el cigarrillo aquel niño que me hace recordar.....besos,,,nos vemos el miercoles(esto ya empiesa a ser mi firma....ver post de j)
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