Admito que en estos tiempos esta cirugía está en boga (boca de algunas/os) según estudios y fuentes muy convicentes. En Norteamérica posiblemente supere la cantidad de aficionados a la himenplastía, pero voy a desmentir todos esos mensajes de texto que me llegaron recientemente y pensar que sólo se trató de una broma gomorrita o bien, de la carencia de alguna letra en el móvil porque la única vez que me sometí a un perverso proctólogo fue por una operación de quiste sacro pilonidal. Eso sí fue motivo de gracia.
Nevermind.
FELIZ ANO NUEVO!
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