7/2/10

Mercurio, azufre y sal


En la época medieval, los alquimistas consideraban que toda sustancia se componía de tres partes: mercurio, azufre y sal. El mercurio es la sustancia húmeda nacida en la semilla de todas las cosas, el azufre es el fuego celeste que genera la forma interior de lo más profundo de la materia y la sal es el asiento fundamental de toda naturaleza. Estos tres principios forman un átomo energético primitivo de donde fluye el universo entero.

Estos componentes representaban lo que comúnmente se llama al espíritu, alma y cuerpo. Tres elementos crudos que hacen de algo diminuto algo increíble.

Me interesa esa relación entre materia y energía. Me gusta pensar que a esta energía se le puede poner forma y color y plasmarla en mis dibujos. A su vez, la relaciono con la idea de la mujer, de una mujer, de mí misma, concibiéndome como un resumen completo del universo o macrocosmo. Un microcosmos en donde todo puede suceder, donde sueño y realidad conviven en una misma imagen y tanto la materia como la energía están presentes.

Irana Douer nació en Buenos Aires, Argentina en 1984. Recientemente terminó la Licenciatura en Artes Visuales con orientación en pintura en el IUNA, donde se ha formado con profesores como Gabriel Baggio, Patricio Larrambebere, Rodrigo Alonso y Alfredo Portillos, entre otros. A pesar de que ha participado en varias muestras internacionales y ha tenido una muestra individual en USA, esta es su primera muestra individual en la Argentina.

Trabaja freelance como ilustradora y ha participado en libros de ilustración de nivel internacional, como Victionary y Cream Magazine, y ha ilustrado para diversos proyectos en distintas partes del mundo. Al mismo tiempo, cura y edita Ruby Mag, revista de arte online que compila el trabajo de diferentes artistas de todo el mundo en una publicación mensual.

www.flickr.com/irana
www.keepinmind.com.ar

1 comentario:

  1. Me suena a chamuyo camerunés. Me gustaría el pago por adelantado y si no me gusta el servicio, destruyo todo banner.

    Qué te parece, Joaquín?

    Saludos,

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